SECUELA DE LA SAGA HIGHLANDS. PROXIMAMENTE
Se recomienda leer antes la saga Highlands (La Guerrera, El Invencible, La esposa, El Conde, La Duquesa, El Laird y La Bruja)
Este libro recoje las historias de sus hijos, de los descendientes de los clan...
Se paro en la proa del barco, observando la inmensidad del mar que se extendía ante ella. Un mar oscuro y hermoso con la luna reflejada en el.
Se había sentido maravillosamente bien en las últimas horas, sintiendo el viento azotar su piel, viendo como cabalgaban las olas, viendo como todos hacían funcionar aquel maravilloso barco. Y viendo como Sloan daba órdenes, sin perder detalle, aprendiendo.
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Estuvo junto a Morris observándole y escuchándole como llevar el timón del barco y cuando El Cazador la miro y le hizo un gesto para que se acercara, fue hasta el. Posicionándose tras su cuerpo, Sloan la guio para mover la vela mayor, usando las cuerdas hasta llevarla a la postura correspondiente.
Suspiro, alzando el rostro, observando la luna llena que les iluminaba.
-¿Tienes frío? -Sloan la abrazo desde atrás, pegándola a su cuerpo.
-No vayas a tratarme como una tonta mujercita ahora eh -Moira giro el rostro y le miro entrecerrando los ojos -Sigo siendo una guerrera.
-No. Ahora eres mi mujercita -y el sonrió -Mi guerrera -y la cogió entre sus brazos, para cargarla contra su hombro, como hizo la primera vez que la tuvo en un barco.
-¡Ah! ¡¿Que haces?! -Moira se revolvió en su hombro -¡Sloan bájame!
-No vamos a perder las tradiciones de los barcos -el reía mientras guiñaba el ojo a Morris que le sonrió divertido, Abrió la puerta y entro al barco.
-¡¿Y ahora que me vas a llevar a las mazmorras?! ¡Este barco no tiene! -pataleo furiosa y al ver que no la soltaba le agarro el trasero -¡Suéltame o te morderé!
-¡Hazlo cariño pero después yo morderé cada parte de tu delicioso cuerpo! -el siguió caminando por el interior del barco -Y hay un calabozo muy especial para ti. -entonces el abrió una puerta y entro cerrándola con el pie, la soltó en el suelo. -Nuestro camarote.
Moira le miro, con la respiración acelerada. No miro a su alrededor, no necesitaba hacerlo. Ya había estado alli, el le había enseñado cada rincón de ese barco, solo que ahora había una diferencia. Había dicho nuestro camarote.
De una zancada avanzo hacia él y le agarro de la camisa con los puños.
-¡Eh! -El alzo las manos -Si no te gusta podemos....
-Cállate -y le empujo contra la puerta y se apodero de su boca, mientras sus manos tiraban de la camisa rasgándola.
-Vale -el hablo sobres sus labios, mientras sus manos recorrían su cuerpo, abriendo el chaleco y forzándolo para quitárselo -Nada de hablar -bajo besando su cuello, mientras ella gemía, tirando de sus pantalones.
-Sloan -ella hablo jadeando.
-¿Ahora quieres hablar? -El sonrió, lamiendo el escaque que había logrado abrir de su camisa.
