Amor Pegajoso.

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💜 Dedicado a, Kathya Riddle Gaunt 💜


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***


Anthony Edward Stark era alguien codicioso.

El era más un chico de ciencia, no de creencias religiosas ni de fantasías.

No creía en esas tonterías de "amor a primera vista" hasta que, en el primer día de su segundo año en la Universidad lo vio ingresar a su salón.

Su corazón saltó como loco, sus manos le sudaron y no pudo apartar sus ojos de aquel ardiente rubio.

Le bastaron sólo 10 minutos para se dijera así mismo que ese chico, sería suyo.

Ya antes había sentido atracción por chicos como chicas, no tenía una relación seria con nadie. 

La mitad eran interesados, la otra mitad perdedores que sólo querían su minuto de fama por estar a su lado. Los cuales le aburrían.

El era un agente libre y como tal, tenía el derecho de probar y disfrutar como así lo quería, mientras se protegiera, no pensaba arruinar su vida por un momento de calentura, después de todo la Universidad era para eso, no?

Pero con Steve era por completo diferente. Pasó largos días observándolo, aprendiendo de él, y cada día se sentía aún mas cautivado.

Sus amigos le hicieron bromas al respecto, diciéndole que al fin el gran Tony Stark había caído en manos del Amor pero lo negó, aunque en el fondo comenzaba a creer en ello.

Tenía que acercarse, no había manera en la cual ese chico lo pudiera rechazar.

Pero, no contó encontrarse con tres obstáculos.


El primero: El rubio, Steve Rogers era heterosexual y tenia novia. Casi vomitaba al ver a esa parejita darse de comer con las manos como recién casados.

El segundo: ¡Ese atolondrado rubio le ignoraba como si fuera invisible!

A él, ¿Tony Stark? Eso era inaudito! Buscó miles de maneras de buscar su atención.

Había tratado de acercarse de "buena" manera pero su fama le precedía y más que nada fue rechazado.

Eso había dolido.

Bien, si no podía ser por las buenas, siempre quedaban otras opciones.

Dio con ella al lograr chantajear al Director de que le cambiarán de habitación con el rubio.

Allí, se puso buena la cosa.

La tercera: Siempre tenía a ese tedioso mapache consigo, el cual lo odiaba y no permitía que se le acercase.

Como todo un genio. Pensó con cabeza fría el problema.

Primero tenía que separar a esa odiosa y para nada compatible pareja. El era demasiado amable, ella sólo se aprovechaba de él.

No necesitaba ser un adivino para darse cuenta. Carter lo tenía comiendo de la palma de su mano.

Cuando ella decía camina, el corría.


Cuando ella no le gustaba algo, Rogers le entregaba todo lo que tenía.

Steve Rogers era un chico de familia con valores antiguos, tenía aspiraciones sencillas, graduarse y hacer su vida con una familia grande.

Sharon quería dinero, fama y popularidad. Le hizo inscribirse en el equipo de futbol americano solo para jactarse y de él con sus amigas.

Con ello, le obligó a dejar su tiempo como artista.

Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora