Cartas al Amor Stony.

Cambios.

💜 Dedicado a, Lizeth Alvarez 💜

5/?

***

—¿Qué demonios estás buscando?.

—Si te lo dijera. —Le miró por encima del hombro. —No sería una sorpresa.

Cuando el rubio le dijo que quería ir de compras. No pudo evitar su sorpresa, claro que ese día no tenia ánimos de salir para nada.

Pero esa era una oportunidad única. 

Claro que ahora solo se lamentaba de haber aceptado, Steve entraba a cada tienda, observaba, preguntaba precios, luego se iba.. ¡No compraba un carajo!

—Si los precios te parecen altos pued—

—Ya te dije que NO. —Le cortó enojado mientras bajaban de las escaleras eléctricas. —No me interesa tu dinero, solo tú.

—¿De qué demonios va todo esto Rogers?. —Le confrontó molesto. —Si solo quieres hacerme perder mi jodido tiempo mejor —

El rubio giró hasta él y le empujó contra la pared.  

Sintió como mordía su boca con fuerza, correspondió con la misma furia y deseo aquel beso.

—¿No puedo querer monopolizar a mi hombre?. —Dijo contra su boca. —¿O acaso tienes otros planes con alguien más?

Soltó una carcajada traviesa. Le fascinaba verlo celoso.

—Esto. —No le importó tomar su trasero frente a varias personas. —Facilmente pudimos hacerlo en casa.

—Siempre estamos ahí. — Rodó los ojos.—Además es por un bien común.

—¿Y cual sería ese? ¿Tener sexo a plena luz pública?.

Rogers soltó una pequeña risa. Pero fue aquella sonrisa que tanto quería poseer que le enloqueció.

—Solo podrás saberlo si vienes conmigo.

Pestañeo sorprendido al sentir que le tomaba de la mano mientras avanzaba. 

Sabía que podía soltarse cuando quisiera. El odiaba el contacto físico con todos. Todas sus parejas lo sabían, el les dejaba eso en claro al inicio.

Menos con Steve. 

—Pronto será el cumpleaños de mi Madre. —Pudo notar como su mirada brillaba al mencionarla. —Tu siempre andas con cosas elegantes, quería tu visto bueno.

—Al fin aceptas que tengo el mejor gusto de todos. —Sonrió prepotente.

—Me escogiste a mi, no?. —Le regresó la sonrisa.

—Como mi pasivo Rogers, que no se te olvide.

—Claro. —Steve le soltó con brusquedad de la mano, maldijo en su mente por no poder contenerse. —Que un "pasivo" te domine y guíe sería un pecado para tu viril imagen verdad?

—Eres mejor que todos ellos. —Dijo con una mueca.

—¿Mejor que ellos?. —Dijo ofendido. —Si vas a mentir solo cierra la boca Stark, ¿sabes qué? Mejor sigue en lo tuyo no te necesito.

Gruño irritado y le sujeto del brazo cuando quiso alejarse.

—¿Crees que me importaría una mierda los planes de mi pas— Suspiró irritado al ver su furiosa mirada ¿Por qué era tan difícil lidiar con él?. —Nunca dejo que nadie decida mis planes, solo estoy aquí porque lo pediste tonto.

Ambos se miraron sin pestañear un par de minutos. Hasta que a Rogers se le escapó la risa.

—¿Era tan difícil aceptarlo?. —Le sonrió con falsa inocencia.

—No juegues conmigo Steve. —Le tomó del mentón irritado por caer en su trampa. —Sabes lo que pasa cuando lo haces.

—Y me gusta cuando lo haces. —Sonrió y acarició su mano. —Pero será para después, el regalo de mi madre espera.

Exhaló con fuerza y por primera vez en su vida, dejó que le arrastrase a todas las tiendas.

Por eso le aborrecían esas cursilerías del amor, la gente hacía idioteces.

Y cuando se trataba de él, esa lista se hacía cada vez más tonta y mucho más larga.