Cartas al Amor Stony.

Beso prohibido.

💜 Dedicado a Norely Vs 💜

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Tony Stark sabía que estaba jodido.

Amaba a su mejor amigo, no como un amigo, más que como un hermano pero lo incorrecto a un amor consanguíneo.

Le amaba con locura.

Pero sabía que no tenía oportunidad, no cuando él ya tenía novia.

Envidiaba a Sharon, era hermosa, amable simpática.

No podía odiarla por mucho que quisiera.

Ahora, se reprochaba el no hacerlo. Ambos habían salido de compras, fueron a su casa, le ayudó a guardar todo. Vieron una película.

Ella preguntó porqué seguía soltero.

El le había confesado que amaba a un amigo, pero no era correcto el hacerlo.

En menos de un segundo, la rubia estaba encima de él besándolo.

Quiso apartarla.

La puerta se abrió y vio como su mejor amigo les observaba.

Luego de eso sólo corrió como si escapara de la muerte misma.

—¡Por favor Steve, tienes que escucharme!

—¡No quiero hacerlo, vete!

Ambos forcejearon con la puerta del apartamento de Rogers.

El rubio por cerrar. Él por entrar.

A pesar de su tamaño no se rindió, desesperado, logró abrir y colarse dentro de su casa.

—No es lo que piensas. —Dijo sin aliento, había corrido un montón para alcanzarle.

—Vete. —Dijo dándole la espalda.

—¡Ella me besó Steve, yo nunca haría algo así!. —Sintió su voz temblar pero de la ira y miedo. ¡¿Por qué demonios le ponía Cárter en esta horrible situación?!

—Tony, vete. —Negó con la cabeza.

—¡Por favor creeme yo —

—¡Te escuché, dijiste que le amabas pero no te atrevías a hacerlo! ¡Todo este tiempo estabas enamorado de Sharon!. —Le confrontó furioso. —¡Eres un bastardo! 

—¡Te equivocas, Rogers me conoces nunca te mentiría con algo así!. —Le dolía tanto verlo así.

—¡Mientes, siempre la quisiste!. —Golpeó la pared enfurecido. —¡Todos estos años, yo nunca te importé, siempre se trató de ella!

Tony le miró desesperado porque le creyera. ¿Cómo poder hacerle ver que él lo era todo en su vida?

Sus pies avanzaron por si sólo y tomó su rostro con sus manos.

Le silenció aquellas hirientes palabras con su propia boca, si no podía comprenderle con sus  palabras.

Las acciones harían el resto.

Ambos cayeron al mueble.

No supo cuanto pasó. Sólo, que se separó de él cuando el oxígeno le obligó.

—Tony..

—No es ella, Dios ojalá lo fuera. —Cerró los ojos sintiéndose la peor escoria del mundo. — No me gustan las mujeres, Steve.. Yo jamás te lastimaría de esa manera, menos sabiendo cuanto le amas.

Sintió como las lágrimas se le escapaban. No podía verlo, el odio, el desprecio; el rechazo en aquellos iris azul cielo que tanto amaba.

¿Por qué tenía que ser así?

¿Por qué no podía ser alguien normal?

Un buen amigo, en vez de un maldito maricón.

—¡Espera!.

Escapó de ahí lo más rápido posible.

Podía soportar sin importar lo doloroso que fuera el verlo con otra persona, que amase a alguien más.

No podías perder algo que nunca fue tuyo.

Se conformaba con su amistad, el estar a su lado, sus risas, sus miradas.

Su inocencia y humor sencillo, pero a la vez tan hermoso como contagioso.

Pero perderlo como amigo, era tan doloroso. 

Lo mejor para él, era alejarse de su vida antes de contaminarla más.