Cartas al Amor Stony.

Atrapado.

💜 Dedicado a Belén D Peña 💜

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Steve Rogers venía de una familia humilde.

Había obtenido esa beca con mucho esfuerzo. Era el primero de su familia en asistir a la Universidad y no pensaba arruinarlo.

No permitía que nada le distrajera, hasta que por un descuido, cruzó miradas con él.

Stark era, extraño. Lo había pescado en más de una ocasión mirándolo pero cada vez que volteaba a verlo, el menor sólo se giraba como si nada hubiera pasado.

Ambos coincidían en dos clases, Fisica y deportes. No supo en qué momento comenzó a observarlo, hasta que sus ojos se acostumbraron a seguirlo siempre como si fuera parte de su rutina.

Pensó que solo quería molestarlo, incluso burlarse de él, pero jamás le dirigió la palabra.

Estaba confundido, y por mucho que no quisiera aceptarlo, dolido.

¿Pero cómo podía esperar que alguien así se fijara en él?

Bucky le había empujado a tener citas con varias chicas, pero ninguna le llamó la atención. Jamás esperó que esta vez le empujara, literalmente hacia Stark.

Menos que aquella cercanía despertará en él lo que por mucho tiempo había ocultado.

Habían pasado tres días de aquello, y no podía dejar de sentirse incómodo cada vez que coincidían. No podía seguir huyendo de eso.

Ese día, lo esperó afuera del salón.

—¿Tony?. —Giró a verlo extrañado. —¿Podemos hablar?.

—¿Sobre qué?

—Bueno, yo. —Suspiró. —Quería disculparme por lo que pasó.

—¿Te estás disculpando por chocar conmigo o quizás...—El menor le mandó una mirada a sus pantalones que le puso nervioso. —¿Por otro asunto interno?

—Sobre eso. —Sintió un calor en su rostro y orejas. —Verás—

—¿Qué? ¿Acaso sufres de erecciones nerviosas?

—Sí ¡Es decir, no! Yo, bueno creo. —Se llevó una mano al rostro, justo como lo había planeado, actuar como idiota frente a el. Y el menor no dudó en reírse.

—Ya tranquilo. Sé que solo fue una broma, pero dime ¿sueles atrapar a muchos chicos con ayuda de tu amigo?

—En realidad no. —Dijo abochornado.

—Lástima. —Dibujó una traviesa sonrisa en su boca. —Porque a mi me encantaría que fueras tu quien siempre me atrapase.

El menor comenzó a alejarse. Era la primera conversación que tenían... No quería que terminase así.

—¡¿Y si te invito un café?!. —Alzó la voz, luego carraspeo avergonzado.—Digo, por las molestias.

—¿Me estás invitando a salir?

—Técnicamente, ya estamos afuera. —Rascó su cabeza incómodo.

—¿Sabes? —Se sintió mas ligero al verlo sonreír. —Eso es lo más coherente que has dicho hasta ahora.

¿Quién había atrapado a quién?