Preocupación.

2.2K 254 38
                                    


💜Dedicado a Lovaco Elizabeth 💜


3/6


******


Steve Rogers no maldecía.

Era un hombre decente pero, ¿Cómo no hacerlo cuando su matrimonio estaba en peligro por una tontería?.

Había accedido a enseñarle a bailar a la pequeña Sharon, habían tropezado y terminaron en el suelo.

Habían reído pero en menos de un segundo pasaron de eso, a que ella le estuviera besando.

Se había quedado paralizado de la sorpresa.

¿Podía ser peor? Sí. 

Tony los había visto y desde hace dos días le ignoraba, tampoco regresaba a casa.

Había ido a casa de su amigo sin saber a quién más recurrir.


—Es tu culpa por ceder ante la mocosa.—Suspiró frustrado por sus palabras.


—No ayudas Barnes —El moreno le lanzó una papa frita. —Respira Steve. —Le aconsejó.—Stark necesita tiempo, cuando se calme podrán resolverlo.


—¿Tiempo?. —Negó al ser mandado de nuevo al buzón de mensaje. —Eso es justo lo que no tengo. 


Conocía a su esposo desde la preparatoria. 

Era de carácter fuerte, obstinado como nadie.

Era un genio ante todo, sarcástico y con un humor satírico, pero tenía un corazón enorme el cual siempre trataba de ocultar.

Eso fue lo que le enamoró.

Lo conocía mejor que nadie. 

Cuando tomaba una decisión no había marcha atrás.

Y eso le aterraba.

Lo amaba demasiado.

No quería perderlo. Eso lo mataría.

Justo como ahora, apenas llevaba dos días sin verlo y se sentía fallecer.

Sus amigos le miraron con lástima. Ya antes habían peleado, pero a ese nivel, jamás.

No sabían como poder ayudarlo.


—Pero si es el triángulo de la perdición. —Rodó los ojos al entrar.


—¡Nat!. —Corrió hasta ella. —¡Dime que sabes algo de Tony, por favor!


—¿Quieres saber dónde está para ser  infiel sin cargos de conciencia?. —Le reprochó.


—¡Nat!. —Bucky le reclamó.


—¿Qué, la verdad duele no?. —Le miró enojada.


—¡Fue un malentendido, jamás le sería infiel a Tony!. —Alzó la voz enojado. —Si tan sólo me dejara explicárselo.


—Nat, sabes que Steve ja—


—Me baso en los hechos Sam. —Se cruzó de brazos.


Mordió su labio para calmarse.


—Por favor Nat. —Le suplicó al borde de las lágrimas. —Necesito verlo, por favor.


Su amiga suspiró.



—Pepper y yo le dejamos en su casa hace una hora, pero... —Le  detuvo en la salida. —Si vas para allá Steve, más te vale que sea para resolverlo.


—Sabes que lo amo Nat, más que mi propia vida. —Dijo sincero. —Lastimarlo, sería mi condena.


Nat confrontó su mirada y luego se apartó de la puerta.


—Por tu bien eso espero, ahora vete ya. —Le animó con una sonrisa.


No dudó en abrazarla agradecido y correr como alma que se la llevaba el diablo.

Estaba desesperado por arreglar las cosas con él.

No permitiría que nada ni nadie le separase de su esposo.

Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora