Cartas al Amor Stony.

Halloween.

💜 Dedicado a Caro La 💜

11/?

***

Steve se había propuesto a darle a Tony sus primeras y mejores experiencias.

Aunque el año casi acababa, se preparó para las que faltaban.

Stark y su madre se encargaron de todas las decoraciones.

Habían comprado velas, calabazas.

Se habían divertido todo un fin de semana haciendo los rostros.

La casa lucía hermosa por dentro y por fuera.

Habían bromeado sobre que disfraz les quedaría mejor, con ello había comprado lo necesario.

Ahora, con todo listo, tenía un pequeño problema.

—¿No estamos un poco grandes para pedir dulces en Halloween?. —Negó con la cabeza.—Ya no somos niños Steve.

—¡Vamos, será divertido!. —Bufó al verlo negar de nuevo desinteresado.—Entonces, me dejarás ir sólo?

Le vio asentir mientras leía una revista y comía una galleta sentado en el sofá.

Avanzó hasta él con sigilo.

La revista salió volando. Tony gritó al sentir el peso extra sobre él.

—¡Rogers, no me asustes así!.

—¿Tu respuesta cambio?. —Le vio negar molesto. —Tendré hacer algo con eso, no?. —Dijo travieso, el menor jadeo asustado.

—¡Steve, para, no! ¡Aaah, te acusaré!.

Stark comenzó a gritar y patalear por ayuda mientras le hacía cosquillas.

—¿Irás o no?. —Continuó con su ataque. —Puedo hacer esto todo el día.

—¡Para,ja ja ja, ya!—Dijo sin aliento. —¡Lo haré, por favor, ya, no puedo respirar!

Le soltó. Pero no se bajó de él.

Disfrutó de su expresión mientras la risa paraba, su respiración acelerada.

De sus mejillas sonrojadas.

Como poco a poco su sonrisa se borraba y le miraba con tanta intensidad.

—Eso, fue.. —Trago fuerte. —Cruel.

—Ven conmigo Tony. —Le suplicó uniendo sus frentes.—Por favor.

—Sólo si prometes que me darás la mitad de tus chocolates. —Le dijo con un brillo travieso en sus iris.

Se sintió tentado de probar esa sonrisa. Hundió su rostro en su cuello mientras asentía. 

Tony le abrazó con fuerza, no dudo en corresponderle.

 Necesitaba calmarse, poner distancia, pero sabía que era imposible.

Tony era demasiado embriagador.

El se disfrazó de hombre lobo, ya que según Tony parecía un adorable cachorro.

Stark de vampiro, le comentó que de Gnomo le quedaría mejor. 

Sus padres rieron mientras el menor le perseguía por toda la casa por sus palabras. Sarah no dejó de tomarles fotos.

Hicieron el paseo juntos.

Recorrieron las calles.

Recolectaron dulces, hicieron travesuras (más que nada Tony) a cualquiera que se burlara de sus atuendos o no quisiera darles sus raciones.

O por simple diversión.

Tuvo que disculparse con su madre por llegar después de las doce de la noche, ya que irónicamente, fue Tony quién no quería regresar todavía.

Al llegar el menor les contó todo lo que hicieron, ni siquiera sus padres pudieron regañarlo al verlo tan contento y emocionado.

Su sonrisa era hermosa. Él era perfecto.

Se estaba enamorando de él, cada día un poco más.

Y eso le asustaba, pero a la vez le encantaba.