Cartas al Amor Stony.

Mío.

💜 Dedicado a Lizeth Alvarez 💜

3/?

***

Tony tuvo muchas parejas.

Desde los más sumisos a los rebeldes "heteros". A disfrutado el voltearlos como tazos, cómo y cuándo quiere.

El control es su placer.

Siempre les dio todo por él.

El dinero no le faltaba. Cumplía sus más oscuros deseos y caprichos.

Pero Rogers era diferente.

Jamás le pedía nada más que su compañía. Y, por supuesto, una buena ronda de sexo.

Más que encantado lo hacía.

Steve, cada vez que le daba un presente se lo regresaba por la cabeza enojado.

Estaba desesperado por darle más.

No sólo quería su cuerpo.

Por primera vez en su vida. 

Lo quería todo de él.

Su cuerpo. Su corazón.

Y haría lo que fuera para lograrlo.

Era posesivo y celoso con lo suyo.

Sentado en su cuarto, admiraba la vista frente a él.

—Tony.. —Negó ante su suplica.

—No has comprendido todavía. —Apretó de nuevo el botón. El rubio gritó y se sacudió sin control.

—¡To—ny, por favor!. — Su cuerpo se alzó en protesta. —Te necesito...

Avanzó hasta él.

Tal parecía que dos vibradores en su miembro y trasero. Sumado a otro más le encendían como nunca.

—¿Qué aprendimos hoy Rogers?. —Sonrió con malicia.

—No lo sé. —Dijo frustrado, lágrimas rodaban por sus mejillas. —No entiendo, sólo.. ¡Cogeme ya!.

Steve soltó un largo gemido al sacarlo.

—Nadie toca lo mío. —Frotó su erección contra su trasero. —Si lo permites otra vez, te encerraré y no te follaré en un mes.

—¡No sé de que hablas!. —Ansioso, se alzó contra él, pero sin éxito.

—Ayer dejaste que Cárter te tocara. —Dijo furioso.

Al rubio, le costó entenderlo.

Él tropezó y cayó sobre ella. Ambos rieron.

—Somos amigos —Jadeo.

—Ya no más. —Rugió deslizando sus manos por sus muslos. Admiró ver como su piel se erizaba bajo su mano.

—Pero..

—Te dejaré otra hora para que lo pienses. —Se alejó.

—¡No la veré más! —Gritó furioso. —¡Lo juro, sólo soy tuyo, por fa— ¡TONY!.

Gruñó extasiado.

Aquellas bolas chinas y vibradores le prepararon excelente.

Le obligó a usarlos todo el día durante clases. El gozó atormentándolo.

Rogers se deshizo ante sus brutales embestidas.

—Duele. —Miró su pene apresado por esa correa. —Por favor..

—Hoy, lo harás por tu trasero.

Subió la potencia de ambos juguetes.

Steve convulsionó del placer ante toda esa gama de sensaciones, prácticamente aulló mientras su pene era apresado con locura.

Se corrió dentro con violencia.

¡Joder, como amaba que su rubio tuviera un orgasmo anal!.

—¿Lo ves?. —Sonrió sin aliento. —La espera valió la pena.

Rogers apenas asintió perdido en el éxtasis.

Tomó su boca.

Robándole el poco aliento que había recuperado.

Cárter pagaría.

Pero primero, premiaría a su sexy novio durante todo el fin de semana.