Cartas al Amor Stony.

Período.

💜Dedicado a Rosalinda Agatsuma💜

*****

Tony Stark odiaba madrugar.

¿Y quién no?

Ponía la alarma en su teléfono cada día para no quedarse dormido.

Que molesto era ser responsable, no?.

No contó con un pequeño problema. Mejor dicho, varios aquella mañana.

Su novio había salido de viaje por unos días.

La noche anterior se había quedado platicando con él hasta la madrugada.

Por eso, se le olvidó de ponerlo a cargar.

Se despertó por la mañana con un agudo dolor en su vientre. Con una conocida sensación de humedad  todo su cuerpo.

¡Diablos!

Su período se adelantó.

Alarmado por la hora, maldijo y corrió al baño a lavarse  para llegar a tiempo.

No fue nada complicado.

Era un genio después de todo, pero si fue incómodo soportar ese dolor durante todo el camino.

Al final del día. Tras tomar sus pastillas, regresó a casa animado comiendo sus donas favoritas.

Se detuvo en la entrada, notando una cinta de seguridad amarilla en su puerta.

Un equipo de seguridad y forenses en la entrada le quitaron el oxígeno.

Entró, asustado.

—¡Sé que fueron ellos Fury! —Miró a Steve forcejear con el mayor hecho una furia en la sala. —¡Dejame ir, pagarán por esto!

—¿Steve?. —Le llamó preocupado. —¿Qué pasó?

—¡TONY!

El rubio se soltó del agarre de Fury.

Corrió, abrazándolo con fuerzas entre un mar de lágrimas balbuceando sin parar su nombre.

—¿Qué pasó?. —Comenzó a transpirar temiendo lo peor. —¿Quién murió?

¿Por qué todos le miraban como si fuera su culpa?

—Pasa, joven Stark. —Se cruzó de brazos el mayor. —Que todos pensamos que estabas muerto.

—¿Eh?

—¡Tenía tanto miedo! — Sollozó temblando sin parar—¡¿Por qué no contestabas tú teléfono?!

El castaño abrazó a su novio confundido.

—Me quedé sin batería —Rodó los ojos —Pero ese no es motivo para que llamar a todo el jodido S.H.I.E.L.D y el forense.

—Tú cuarto está hecho un desastre. —Dijo la pelirroja. —Como si alguien te hubiese asaltado.

—Para la vista de los mortales sí —Bufó. —Para genios como yo, es arte.

—No fuiste a clase. —Le acusó de nuevo —Nadie sabía en donde te habías metido.

—Mi padre me llamó para que asistiera en uno de sus proyectos. —Sonrió con picardía sin importarle la mirada reprobatoria del Director. —Eso, es más importante que unas tontas clases.

—¡¿Y la sangre?! —Le palpó por todos lados buscando heridas. —¡Fury dijo que coincidía con la tuya!

—¡Oh, Steve!. —Le miró con una mueca entre ternura y culpa. —¿Quizás se me olvidó decirte que, soy Doncel?.

—¿Qué?.

El menor gimió de dolor sujetando su vientre.

—¿Qué tienes, qué te duele? —Le sujetó asustado. —¡Por Dios Tony, dime ya que está pasando!

De nuevo los molestos dolores menstruales.

—Es sólo mi período Winghead. —Le sonrió sonrojado.

Todos miraron incómodos la cama.

Rogers se puso aún más pálido que las sábanas, bueno las partes sin aquellas manchas.

Cayó al suelo desmayado.

Desde ese día, Stark empezó a usar cobijas negras y rojas.

Con un periodo tan irregular y abundante, cómo no hacerlo?

Ya luego decían que los varones eran el sexo fuerte. ¡Seguro! No aguantaban ni un poco de sangre para desmayarse.