Caída.

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💜 Dedicado a Caro La 💜

33/?


Perdonen por esto... TT_TT

***


Steve sabía que durante una cirugía, las complicaciones siempre existían.

Que no todo salía como debía, pero no por eso era menos tolerable.

Desde que su castaño ingresó fue directo al quirógrafo.

Aquel bastardo le había golpeado tan fuerte que le había roto tres costillas.

Aquella bala había perforado uno de sus pulmones, cada minuto se ahogaba con su propia sangre.

Los doctores al ver que era tan grande decidieron hacer una incisión en su pecho para reparar el tejido, drenar el líquido y detener la hemorragia.

Cuando por fin pensaron que lo habían estabilizado, el segundo colapsó.

Tuvo un paro cardíaco.

Habían sido más de nueve horas de cirugía, de angustia y lágrimas que para su desgracia no habían parado.

Las horas, los días. El tiempo ya no significa nada para él.

¿Que sentido tenía ya si por más que intentaba no podía volver a ver su mirada?.

Sus padres habían intentado que comiese, que se levantará de ahí, pero no tenía fuerzas ni ganas para nada.

Se la pasaba acostado todo el rato.

Desganado giró a ver el reloj en la pared dar las 06:38 am, justo la hora en la que dieron por muerto a su novio.

Arrugó las sabanas entre sus manos y nuevas lágrimas se desbordaron.

No era justo que el pasara por eso. Tony merecía algo mejor. 

Se merecía el mundo. 

Cuatro meses habían pasado desde que ingresaron a ese hospital y todavía sus recuerdos se mantenían tan frescos como la primera hora ahí adentro.

Como deseó que todo fuese una mala pesadilla, que al abrir sus ojos Tony le recibiera con aquella sonrisa encantadora y perezosa que tanto amaba.

Pero la realidad era tan cruel y despiadada.

Estaba molesto, dolido. En especial con su padre por ocultarle todo aquello.

No le había dirigido la palabra desde entonces, ni pensaba hacerlo.

Sabía que sólo trataban de animarlo, que como él, también sufrían por Tony y querían consolarlo.

Pero nada podía hacerlo.

Lo extrañaba demasiado.

Muchísimo. Tanto que incluso el respirar eran como mil espinas en su corazón.

Lo necesitaba. Escuchar su risa, verlo hacer aquella mueca cuando estaba concentrado en algo.

Verlo lleno de grasa, desarmando cada aparato, el cocinar y reír con su madre.

Sus pequeños pucheros y chantajes que hacía para siempre salirse con la suya.

Escucharlo cantar esas canciones de Rock junto a Joseph en casa y cuando salían de paseo.

Despertar y observar esos hermosos iris avellanas que le robaban el oxígeno, que le veían con tanto amor.

Cada recuerdo era aún más doloroso.

Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora