Pasivo de Cariño.

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💜 Dedicado a Dulce Bautista 💜


***


Tony Stark estaba harto de las relaciones.

Todas las chicas con las que había salido solo eran una bola de interesadas. Siempre aparentaban quererlo por el dinero de su familia.

No era como si fuese feo, al contrario era apuesto, carismático; pero de alguna manera todas sus parejas terminaban viéndolo como un objeto de su pertenencia.

En su tercer año de Universidad se dijo así mismo que no perdería más tiempo en buscar esa tontería del "Verdadero Amor".

Los pocos amigos que tenía le decían que no podía rendirse, pero no le veía el caso  perseguir una causa perdida.

Se concentraría en la ciencia, eso si era seguro.

Jamás esperó que alguien se le declarase mientras esperaba a sus amigos en el comedor, irritado giró a verle hasta que detalló en quién era.

Steve Rogers, era un chico extraño. Ambos estudiaban carreras diferentes pero coincidían en deporte. 

Era pequeño y delgado, incluso mas que él para llevarle un año de diferencia. Pero más que nada, pues era eso, un chico!

No es como si le importase en realidad, el jamás se había sentido atraído a los chicos pero no sabía si era una buena idea.

Pensó en rechazarlo, pero al verlo nervioso en espera de su respuesta se dijo ¿Por qué no intentarlo? Lo peor que podría pasar era terminar con él, no?.

Jamás había visto una sonrisa más sincera ni hermosa que cuando le dijo que sí.

Llevaban saliendo mas de tres meses y en serio no podía con él. Era demasiado tierno, dulce y caballeroso.

Steve le sorprendía siempre. Desde los más pequeños pero sinceros detalles como el tomarse de las manos, preguntarle por su día, hasta pasar por él a la hora del almuerzo.

Era tan correcto al hablar y actuar. Jamás le tocaba sin consultárselo ni tener su aprobación. Eso le había robado el corazón.

Todas sus relaciones anteriores se preocupaban por tomar de él. Rogers siempre pensaba en él primero, siempre esforzándose en darle lo mejor.

Sin darse cuenta, comenzó a amar su compañía. A esperar con tanta ansiedad el encontrarse en sus horas libres.

Ni hablar de sus besos y caricias. ¡Dios! Se había vuelto adicto a él.

No quería sonar como un tonto enamorado, pero en realidad Steve era lo mejor que le había pasado en su vida.

Se había enamorado como todo un idiota. Lo peor? Es que el lo sabía y Rogers en vez de curar su locura, solo la empeoraba al corresponderle.


***



—Steve en serio debes de hmm.


El rubio volvió a besarle, de esa manera que le robaba el aliento y la cordura.


—Te amo Tony. —Era débil a esa mirada y sonrisa. 


—Yo también. —Le respondió sin aire.

—¿Podemos?. —Jadeo al sentir como se frotaba contra él. —Solo una vez más, por favor.


—¡Oh, Rogers!. —Elevó su trasero y asintió perdido ante aquella deliciosa fricción.


¿Quién pensaría que su pequeño y puritano novio fuese un adicto al sexo? 

Steve sabía como enloquecerlo y darle placer como nadie a su cuerpo, su único malestar era, ¿Por qué justamente tenía que ser el pasivo?

Sintió como se deslizaba de nuevo dentro de su cuerpo y gimió de deleite. ¿A quién le importaba si el día de mañana no podía caminar correctamente?

Aquello era demasiado bueno como para perdérselo.





Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora