Cartas al Amor Stony.

Despertar agitado.

💜 Dedicado a Lovaco Elizabeth 💜

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Tony amaba despertar en los brazos de su esposo.

Pero esos momentos, duraban cada vez menos.

—¡Papi, pops, ya amaneció! —Saltó en la cama el menor sin parar.

—Tony, nuestro hijo te llama. —Dijo el rubio adormilado.

—Ese niño no es mío Rogers. —Gruñó malhumorado. —Un monstruo que se despierta a las cinco de la mañana, sólo puede ser tuyo.

Tony amaba a su pequeño Peter, pero que hubiera heredado los hábitos madrugador de su esposo era insólito.

¿Quien diría que un niño de cinco años fuera tan enérgico?.

No podía negar  que su hijo era adorable.

Había sacado la pureza e inocencia de su esposo, la mente rápida y audaz como la suya.

Además que era una mini copia suya. Ojos miel encantadores, cabello castaño.

El gen Stark era predominante y eso lo amaba.

Pero comenzaba a extrañar cuando su pequeño apenas gateaba, era menos complicado.

Steve estiró sus brazos y le acostó a su lado besándole y preguntándole como había dormido.

Sonrió al sentir como su hijo exigía su lugar en la cama buscándolo.

Con gusto levantó su brazo y este se pegó a su pecho exigiendo que le mimara.

—Peggy llamó anoche. —Escuchó que le dijo con una sonrisa. —Quiere hablar contigo.

—Por millonésima vez, no tuve nada que ver con eso —Se excusó besando al menor mientras este soltaba una carcajada. —Yo sólo me ofrecí a llevarla al baile.

—Y según tú, que su vestido se quemara en frente de todos fue arte de magia?. —Le miró con escepticismo.

—Rogers soy un hombre de ciencia. —Se excusó. —Yo no creo en esas cosas. —Contuvo una sonrisa.

¡Oh! ¡¿Cómo olvidar ese día?! Había puesto a esa mocosa en su lugar.

¿Quién diría lo que se puede hacer con un poco de papel de chispa?

Dichosos momentos grabados y subidos en Youtube.

—Papi. —Le llamó el menor. —Tía Nat y Tía Pepper dicen que me darán un hermanito, cuando será?. —Ladeó su cabecita mientras pestañeaba curioso.

Soltó una carcajada. 

Esas dos eran terribles.

Luego de que les dijera que Peggy sería la madrina de su hijo, el mismo día que había nacido Peter les pidieron que tuvieran otro.

—Verás cariño. —Sonrió. —Para eso tu papi debe de meterme su—

—¡Tony!

—¿Qué?. —Dijo inocente.

El rubio no aguantó y le dio una nalgada.

—¡Pops malo!. —Le acusó. —¡A papi no se le pega! ¡Pide perdón a papi!

—Ese es mi hijo. —Le besó orgulloso.

Steve rió por el reclamo de su pequeño.

—Vale, lo siento. —Se inclinó y besó su trasero. —No pasará de nuevo Peter.

El rodó los ojos, que mentiroso.

Su hijo asintió mirándolo desconfiado pero se le paso al recibir un beso de Steve en la mejilla.

Aunque eso, no aplicaba para puertas cerradas.

—Pops tengo hambre. —Hizo un puchero—¿Puedo ir a desayunar con mi madrina?

¡Uy! Esa mirada era mortal.

El rubio le miró pidiéndole ayuda. El negó con la cabeza. Después de todo, le había preguntado a él.

—Cariño puede—

—La llamé y me dijo que sí. —No pudo evitar reír ante aquel tierno tono.

Su hijo, era todo un genio. Y por ello, el muy bribón se las ganaba casi todas.

—Vale, pero que pase por ti. —Asintió el rubio.

—¡Si!—El menor salió corriendo.

—Heredó eso de ti.

—¿Qué? —Dijo abrazándolo el castaño.

—Salirse con la suya —Le besó y apoyó su frente con la suya.

—Es un Stark cariño —Sonrió a medias —Siempre lo hacemos.

—No dejará de insistir con el tema de un hermano —Suspiró al sentir los besos en su cuello —¿Y si nos ponemos a trabajar en eso?

—¡Rogers, que romántico! —Se rió golpeando suave su hombro.—Pero como el genio que soy, ya estoy en ello.

—¿Qué? —Dios amaba esa mirada.

Moría por ver a esas dos pelearse el título de la próxima madrina.

Le tomó de la nuca y calló la innecesaria pregunta de su boca.

Sería luego.

Primero, disfrutarían que tenían la casa estaba para ellos dos por un par de horas.