Karma.

2.2K 250 17
                                    


💜Dedicado a, Alma Lopez 💜


***



Tony sonreía con picardía.

Todos esos hipocritas le elogiaban en la reunión de 20 años de la graduación de su Universidad.

 Lógico era uno de los "solteros" más cotizados, pero su atención estaba en su pareja.

Todos estaban interesados por saber quién era. El mantenía el suspenso.

¿Cómo no querer saberlo? Su rubio era alto, atractivo, amable y con un cuerpo de infarto.


—Tony.


—Gracias cariño. —Le saludó con un beso tomando su bebida. —Imagino que debes de reconocer a casi todos. Aunque admito que muchos perdieron cabello y otros, por el tamaño de sus estómagos fueron los culpables.


Todas suspiraron al escuchar la risa de su rubio.

Aquella pelirroja no resistió más y dio un paso al frente.


—Mucho gusto, Soy—


—Lo sé, Susan. —Le cortó amable. —Te invité al baile pero me rechazaste.


—¡¿Qué?!. —Alzó la voz. —¡Jamás, c—cuando fue eso?!


—Soy Steve, a quien empujaste por invitarte por ser "un renacuajo".


—¿Quién?.

—Steve Rogers de Stark. —Le tomó de la mano, con ello pudieron notar sus anillos. —Seguro recuerdan a MI novio. Fuimos juntos al baile.


Todos se miraron entre sí.


—Pero el era...

—¿Enano?. —Se rió el rubio. —Si, lo era en ese entonces.


—Cariño, es hora de bailar. —Le dejó en la mano la copa vacía a la pelirroja. —¡Cierto!  Si creen que está enorme ahora, lo que tiene entre las piernas uff, me encanta que me deje horas sin poder levantarme. Esa parte siempre estuvo bien equipada.


Les dijo con una mueca lasciva antes de marcharse con el rubio a la pista.


—Tony, no dejan de vernos. No tenías que decirles eso. —Le reprochó con un pequeño rubor en su rostro.


—Deja que vean. —Le sonrió coqueto mientras bailaban. —Que mueran de la envidia al ver que tengo al hombre perfecto conmigo.


Era obvio que no lo reconocieran.

En el pasado su rubio era pequeño, débil y enfermizo. Pero el pudo ver mas allá de su figura.

Era valiente, sincero y con un enorme corazón.

Se enamoró de sus ojos azules. No dudó en invitarlo al baile cuando todos le rechazaron.

Claro que él pensó que lo hacía como broma. El le besó para demostrar su punto.

Ese día fueron los primeros en acudir a la pista de baile. Lo pasaron excelente, comieron, rieron y platicaron conociéndose mejor ignorando a todos esos imbéciles que se creían "perfectos".

Desde entonces eran pareja. Rogers nunca entendía que podía ver en él, era inseguro y desconfiado.

El se encargó de enseñarle cada una de sus virtudes y fortalezas.

Tras casarse. Casi muere del susto al enterarse que se ofreció de voluntario para ese proyecto.

Quiso que no lo hiciera, pero si él era obstinado cuando quería algo. Rogers lo era el doble.

¿El resultado fue inesperado? ¡Joder si! Pero si él estaba sano y era feliz, no tenía nada en contra.


—Ahora si soy perfecto, no?. —Negó con la cabeza.


—Siempre lo fuiste Steve. —Le tomó del rostro con ternura. —Por dentro y por fuera, jamás lo dudes. 


Rogers le abrazó con fuerza. Suspiró de deleite. Aún con tantos años juntos y de casados, su Steve siempre sería su pequeño e inseguro novio.

Eso era lo que más amaba de él. Que sin importar qué, nunca dejara de ser él.


—¿Vamos a casa?. —Su piel se erizó al sentir su aliento contra su cuello. —Quiero hacerle el amor a mi esposo.


Soltó una carcajada. Aunque también amaba que fuera tan directo y seguro.

No dudó en seguirlo, ya había logrado su propósito, restregarles en la cara al hombre que todas por idiotas dejaron escapar.

Ahora, el tener fondue extremo con su esposo era su prioridad número 1.

Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora