Cartas al Amor Stony.

Cosplay.

💜 Dedicado a, Alondra Gc 💜

Oneshot

***

Steve Rogers sabía que no era fácil conservar a los buenos amigos.

Y tratándose de los gustos "exóticos" de Stark, mucho más.

O quizás, era el único que podía soportar sus locuras.

Tony era un amante de los videojuegos y el cosplay. Cada semana le invitaba a la tienda de su prima para que viese su nuevo vestuario.

Se aproximaba un nuevo evento y su opinión como la de Nat eran muy importantes para él.

Ese día, rendido le acompañó. Por mucho que quisiera no podía negarse a su mirada.

Le esperó afuera sentado en compañía de su amiga mientras tomaba un refresco.

Claro que al salir no pudo evitar atragantarse.

Jamás esperó verlo vestido de súper héroe, es decir; sabía que el castaño le gustaban esos temas pero... ¡¿En serio?! ¡Estaba usando un traje de Capitán América femenino!

No pudo evitar mirar sus firmes y fuertes muslos, sus caderas anchas, ese escote que dejaba ver su hermosa piel morena.

¿Cómo demonios podía lucir tan sexy?

—Y, ¿Qué opinas Rogers?. —Dibujó una gran sonrisa en su boca mientras giraba.

Tragó fuerte, sin poder evitar mirar su enorme trasero apretado en aquella diminuta prenda.

—Con ese atuendo. —Intentó bromear cruzando sus piernas para ocultar su erección. —Hasta yo te daría duro.

El castaño soltó una carcajada e ingresó de nuevo al vestidor, con su "visto bueno" decidido a cambiarse y llevárselo a casa.

Le avisó a la pelirroja que le esperaría en el auto mientras se cambiaba, ¡Diablos, no quería ni imaginar que pasaría si él enteraba!.

Era difícil fingir que no le gustaba su amigo si su cuerpo era tan sincero.

Para su mala suerte. Ambos compartían el departamento.

Usó su chaqueta para cubrirse todo el camino.

No esperó que al llegar Tony le empujara contra la pared, menos que arrancase su "escudo" dejándole a la vista su enorme problema.

—¡Tony!. —Alzó la voz al ver que bajaba su bragueta y se arrodillaba. —¿qué crees qu— argh!

Golpeó su cabeza contra la pared. ¡¿Su mejor amigo le estaba dando sexo oral?!

Sujetó con ambas manos su cabeza para alejarlo.

Pero no pudo hacerlo.

Esa boca le hizo perder por completo el sentido como la cordura.

Cuando estaba apunto de terminar sintió que le soltaba.

—Dijiste que me darías duro no?. —Jadeo al verlo levantarse mientras se desnudaba. —Pues cumple tu palabra Rogers.

Su boca se secó al verlo tomar asiento en el mueble. Abrió sus piernas invitando a su dolorosa erección internarse en ese provocador y rosado orificio.

¡Que dios lo perdonase! Pero él era un hombre de palabra.

¿Qué tanto su amigo podría gemir? Pronto lo descubriría con todo gusto.