Desconocido.

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💜 Dedicado a Maria Usami Asami 💜


****

A Tony Stark le encantaban las fiestas.

Y al ser el cumpleaños de su amigo Rhodey, no perdió la oportunidad de disfrutar a lo grande:

El licor, la música, el sexo desenfrenado.

Él, estaba acostumbrado a despertar con desconocidos.

Pero que su compañero fuese, eso. Varón, o sea un hombre ¡Tenía que ser una jodida broma!

El amaba a las mujeres, eran bellas, eróticas y perfectas.

Entonces. ¡¿Qué cojones hacía un hombre con él?!

Era mas que obvio las señales.

Ambos desnudos en la cama.

Él, con un agudo dolor de cadera.

Y la cereza del pastel, su trasero húmedo y pegajoso.

¿Cómo demonios había sido el pasivo?

¡Iba matar a ese idiota!

Arrancó con furia la sábana que les cubría, vengaría a su ex- virginal trasero.

Ya luego vería que haría con el cuerpo.

Esta cayó al suelo.

Al igual que su boca.

Aquel rubio era, mierda. ¡Era perfecto!

Hombros anchos, alto, cabello rubio, con un cuerpo de infarto.

Mientras más bajaba su vista, más quedaba sin aliento.

El jamás había sido fan de las mordidas. Pero ¿cómo reprocharse de todas las que dejó en aquel hermoso cuerpo?

Tragó fuerte. Con razón le dolía el trasero.

Ese miembro era un golpe para su orgullo como hombre.

¿Había dicho que era hetero?

Pues la erección entre sus piernas decía lo contrario.

Era un puto asco no recordar nada.

Una idea se le vino a la mente. 

Debía comprobar que tan bueno era, no?

Con cuidado se acomodó, tomó ese enorme falo entre sus manos y lo metió en su boca.

El rubio se removió. Volvió a probarlo. ¡Joder que delicia!.


—Hmm, ¿Que estás —


—Hola guapo. —Disfrutó de ver la sorpresa y un leve rubor en su rostro.


—Verás tengo un problema. —Se subió entre sus piernas. —Ayer te aprovechaste de mi al estar ebrio, y no puedo recordar nada. —Le miró con reproche.


—¿Qué? Yo n—


—Entonces. —Le sonrió sugerente. —¿Qué dices si me ayudas a refrescar mi memoria?.


No pudo evitar gemir mientras se sentaba en él hasta el fondo.

No le costó hacerlo gracias a la actividad anterior.

El rubio jadeo y le sujetó de las caderas. Mordió su labio al notar que empezaba a mover sus caderas.

Le fascinó ver como aquella mirada azulina se oscureció de placer.


—¿Estás seguro que lo soportarás?.—Le dijo con una sonrisa maliciosa. —No me haré responsable, si luego no puedes caminar.


Soltó una carcajada.

¿Acaso no sabía que Tony Stark NO retrocedía ante ningún reto?.

El no tenía ninguna prisa en caminar.

Ahora sólo le interesaba más una cosa, saltar sobre él y hacer nuevos y frescos recuerdos de una muy segura y ardiente ronda de sexo caliente.

Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora