Cartas al Amor Stony.

Tensión.

💜 Dedicado a Amayrani Novelo 💜

2/?

***

Cuando los sentenciaron al "Servicio Comunitario" Tony quiso quejarse.

Pero sabía que lo de Sokovia era su culpa. 

Trató de enmendar sus errores. Pero tuvo que venir el "Perfecto Cap" a arruinar sus esfuerzos.

Quiso golpear a Ross cuando armó los equipos.

¿Por qué debía de estar cuatro días a su lado? ¡Rayos! Incluso se hubiera conformado con el idiota de Wilson.

Si comparaba todos los "puestos", el trabajar en esa cafetería era además de excelente, era la mejor opción.

Le encantaba el aroma del café recién hecho y las donas.

Además que sabía relacionarse con la gente, tenía el don de la palabra y no dudaba en usarlo.

El dueño y el Gobierno les tenían vigilados, en muchas ocasiones les llamaron la atención al discutir.

Les costó mantener esa "fachada" a la vista de todos. 

Pero eso, en vez de ayudar sólo lo impulsaba más.

¿Han tenido esa sensación de querer hacer todo lo contrario que te digan?

Él si.

Como quería fastidiarlo.

Encontró una excelente oportunidad.

Sonrió amplio al ver a salir a otra cliente satisfecha, más al sentir esa mirada firme en su espalda.

Aprovechó que no habían clientes y fue hasta la parte de atrás para tomar un descanso.

Se sirvió café y contento, abrió una de las cajas.

—¿Qué crees que haces?

—¿No es obvio?. —Dio un gran mordisco a una dona. —Aumento las ganancias del día, todo lo que consumo lo pago.

—No hablo de eso. —Elevó una de sus cejas mientras seguía masticando. —No te basta jugar y coquetear con los clientes, ahora aceptas citas con ellos?.

—¿Quién dice que juego?. —Sonrió al ver su furiosa mirada. —En mi tiempo libre puedo hacer lo que quiera.

—¿Si recuerdas por qué estamos aquí?. —Le reprochó el rubio.

—¿Porque eres un jodido mentiroso y egoísta?. —Se cruzó de brazos. —¿Sabes Rogers? Deja de fingir que te importa lo que hago, no somos un equipo. NO somos nada. Sólo cumple tu parte y deja de molestarme.

Le rodeó para irse.

El rubio le empujó contra la pared.

—¡Porque me importa es que te lo digo Stark!. —Abrió sus ojos sorprendido. —Sé que me odias, esta bien. Pero dejarás de hacer esto.

—¿Y qué harás, obligarme?. —Le retó.

Miró como tensaba su mandíbula.

Confrontó su fría mirada por largo rato.

No se inmutó cuando se inclinó hasta él. Aunque si se puso nervioso al ver que su mirada bajaba a su boca y luego regresaba a sus ojos.

Ambos saltaron al escuchar el sonido de la campana.

—Volvamos al trabajo.

Steve le soltó y miró como salía a atender a una pareja mayor.

Al estar sólo, volvió a respirar.

Aunque el ritmo cardíaco se aumentó quizás al triple al recordar su mirada.

Se llevó una mano al rostro. Sintió como se dibujaba una sonrisa sobre la palma de su mano.

Ese idiota, era tan fácil de molestar

No. Era demasiado obvio.

Tal vez, este servicio ccomunitario no era una mala idea después de todo.