Cruda Verdad.

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💜 Dedicado a, Caro La 💜

30/?

***

Tony ingresó con paso decidido a su antigua prisión. Como la recordaba, era incluso más repulsiva que antes.

Dejó su mochila en la mesa y giró a ver a su "tío" despachar a los uniformados.

Le vio caminar y servirse un trago. Luego avanzo hasta él.

Sintió el primer golpe cortar su piel gracias al anillo en su mano.


—¡Maldito mocoso idiota! ¿Que planeabas al meterte en la casa de ese perro policía?


—¿Qué te importa?.


El siguiente golpe, no dudó en detenerlo.


—¿Recuerdas lo que te dije hace dos años?.—Soltó su muñeca con brusquedad. —¡No permitiré que me pongas las manos otra vez encima, idiota!


—¿Te crees muy valiente no?. — Sonrió despectivo acomodando su traje.—Me pregunto, si la Sra. Rogers  luchará tanto como tú?


—¡No te atrevas a tocarlos!. —Apretó con fuerza sus puños. —¡Ellos no tienen nada que ver con esto!


—Eso dependerá de como te portes mocoso. —Le tomó con brusquedad del cuello. —¡¿Qué fue lo que les dijiste?!


—¿Qué te importa?. 


—¡Habla escoria!. —Le encestó contra el muro escupiéndole en el rostro. 


—¡Ellos sólo me dejaron quedarme en su casa!


—¡Claro! Porque tenerte con ellos es muy placentero. —Le encestó un puñetazo en el estómago que le hizo encorvarse de dolor. —¿Les abriste las piernas es eso? A una basura como tú no hay mucho que sacarle.


—Puedes decir lo que quieras de mi... —Respiro agitado y se levantó.—¡Pero jamás te atrevas a insultar a mi familia!.


—¿Familia?. —Le arrojó al suelo riéndose con demencia. —Las basuras como tu no merecen una.


—Jamás lo entenderías. —Escupió al suelo su propia sangre. —Desde que murieron mis padres ambos me mataron de hambre, me golpeabas cada día, cada noche sólo por placer.  —Sintió sus manos temblar de la ira. — ¡Tú, que compartes la sangre de mi padre pero ellos, unos desconocidos me dieron el amor, el cariño, me acogieron como uno de los suyos sin pedir nada a cambio! ¡Tu eres la única basura!


—¡Cierra la boca! —Le encestó una patada que le sacó el aire. —¿Y qué si lo hice? No vales nada, a nadie le importas.


—Siempre me pregunté, por qué esperaste tanto? Pudiste pagarle a cualquiera de que me matará pero no lo hiciste ¿Sabes por qué?. —Apoyo una de sus manos en el suelo para sujetarse. —Porque eres un cobarde, temías tanto que ellos te delataran, esperabas a que yo me suicidara no?. Librarte de toda culpa. —Le miró con sorna. —Pero como no te funcionó, la desesperación te ganó. Patético.


—¡Lo único que tenías que hacer era morirte bastardo!. —Gimió de dolor al sentir una nueva patada sacarle el aire. —¡Pero no, tenías que ser tan molesto y escurridizo como una condenada cucaracha!


—Yo nunca... —Quiso levantarse pero un nuevo golpe, esta vez en su cabeza lo tumbó. —¡Jamás quise el dinero, solo quise una familia, tomalo y dejame en paz!.


—¿Crees que dejaré que me quites lo que corresponde?. —Le dijo sin dejar de patearlo. —¡Jamás debiste de haber nacido!


Los golpes no dejaron de llegar, se cubrió el estómago como pudo sintiendo cada impacto, cada golpe, como sus huesos se doblaban y rompían. 

Sus manos le ardían por devolver cada golpe, pero el temor de que los lastimaran era más fuerte que todo eso y se obligó a resistir. 

Lo vio alejarse para tomar otra copa, vio a su "tía" observar todo en silencio mientras luchaba por recobrar el aliento. 

Como siempre, con aquella mirada de superioridad y demencia.

El conocido y amargo sabor de su sangre. Igual que en el pasado, pero esta vez, no se quedaría callado.


—¿Lo que te corresponde?. —Con esfuerzo se levantó, apoyó su mano en el suelo temblando y le miró enfurecido —¡Mi padre fue quien inició Stark Industries, sólo, con sus propias manos elevó su compañía, de cero, tu nunca quisiste ayudarlo!


—¡Ese dinero es mio!. —Arrojó el vaso a su lado, sintió los vidrios clavarse en su rostro hasta que se le fue encima ahorcándolo. —¡Yo soy el mayor, tu deberías de haber muerto con ellos, si lo hubieras hecho nada de esto sería necesario!.


Forcejeó para alejarlo, pero aquel obeso era más fuerte que él. Comenzó a golpearlo de nuevo, trató de cubrirse como pudo. 

Cuando le soltó apenas logró tomar una bocanada de aire. Hasta que vio el motivo.


—¿Vas a matarme?. —Sonrió al ver que le apuntaba con esa arma. —No, no tienes el valor para hacerlo, nunca tuviste los cojones...


No pudo evitar gritar de dolor al sentir el metal atravesar su piel, sintió el ardor y como su  sangre pronto manchaba su ropa y escurría de él.


—¿Crees que no soy capaz de hacerlo?. —Miró su desquiciada sonrisa mientras le apuntaba a la cabeza y quemaba su frente con el metal caliente. —¿Que dudaría un minuto en matarte por conservar mi fortuna? No sería la primera vez ni la última en hacerlo.


—El accidente. —Dijo luchando por llenar sus pulmones. —Fuiste... Tú.


—Si, las calles son peligrosas. —Dijo con malicia. —¿Que haya un fallo en el auto de tus padres? Sería muy obvio, ahora, pagarle a un conductor para que causara el accidente? Fue tan excelente que nadie sospechó.


La rabia que le invadió, superó el dolor de cada uno de sus golpes. ¿Todo aquello lo había causado ese infeliz?


—¡Desgraciado!. — Cada vez que respiraba le dolía a horrores. —Si vas a matarme hazlo ahora, porque te juró que... ¡Te mataré yo mismo!


—¿De qué te quejas mocoso?. —Se burló con desdén apretando más el arma en su piel. —Deberías agradecer que te mandaré con ellos al infierno. 


Recordó como aquella mañana habían despertado. Como habían reído todos juntos, la felicidad que sintió al  compartir otro día con su familia.

Las lágrimas le ardieron como nunca mientras rodaban por sus ojos.

Como quería volver a ése momento.


—Papá...


Lo último que vio fue una luz que lo cegó.

Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora