Cartas al Amor Stony.

Sorpresa.

💜 Dedicado a Lovaco Elizabeth 💜

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Margaret Cárter adoraba a sus vecinos.

Cuando se enteró que su amigo regresaría al vecindario con su pareja, ahora esposo; sonrió encantada.

Aunque no estaba segura de la decisión de Steve al casarse con un hombre como Stark, bastó el ver como ambos se miraban para saber que allí había amor verdadero.

Fue feliz por ambos.

Hacía días que no los tenía en casa, riendo y platicando tan ameno.

—Adoro sus visitas chicos, ojala fueran más frecuentes. —Les miró con reproche.

—Lo siento Peggy. —Se disculpó el rubio. —Hemos estado ocupados estos días.

—Me imagino con qué. —Sonrió divertida.

El rubio carraspeo ante su mirada.

—En fin, queríamos darte la noticia en persona. —Sonrió orgulloso el castaño.

—¿Noticia?. —Sharon se tensó a a su lado —¿Cuál?

—Pues. —Ambos se miraron y sonrieron cómplices.

—¡Vale, o hablan ya o voy a golpearlos!. —Les amenazó con una sonrisa.

—Si me tocas, te demandaré por agresión de menores. —Alzó su barbilla orgulloso con una amplia sonrisa.

—¿Qué?

Notó como Steve tomaba a Tony y le sentaba en sus piernas.

Abrió los ojos asombrada al mirar como besaba su vientre y sonreía emocionado.

—¡AHHH!. —Brincó de la alegría. —¡¿Tony estás embarazado?!.

—Asi es cariño. —Le guiñó el ojo coqueto.

—¡Eso es—  ¡Hey Sharon!

La rubia se fue corriendo por las escaleras llorando sin parar.

—¡Dios, esta niña!. —Negó con la cabeza. —Perdonen por eso.

—No te preocupes Peggy. —Steve le sonrió conciliador.

—No, yo lo siento. —Suspiró agotada. —El chico que le invitó hoy al baile le canceló hace una hora, se niega a asistir por eso.

—¡No! ¿En serio?. —Sonrió ante el tono falso del castaño.

—Pero en fin chicos. —Fue hasta ellos y les abrazó con cariño —¡Felicidades, estoy tan orgullosa de ustedes!.

Ambos le agradecieron con una gran sonrisa y un abrazo.

—¡Dios, yo quiero ser su madrina!. —Les pidió emocionada al soltarlos.

—¡Ups! Tendrás que ponerte a la cola cariño. —Sonrió con picardía. —Nat y Pepper se disputan el título de madrina hace días.

—¡¿Cómo soy la última en enterarme de esto?!. —Alzó la voz enojada apoyando ambas manos en su cintura.

—Es culpa de Steve. —Le acusó con un puchero. —No me dejó salir de la casa por días, Nat y Pepper me acompañaron a la clínica por eso se enteraron.

—¡Oye!. —El rubio sonrió indignado. —Eso no—

—¡Steven Grant Rogers!. —Rugió la castaña. Su amigo se puso pálido. —¡Si no soy su madrina, tú pagarás por esto!

—¿Y yo por qué?.

Tony soltó una carcajada mientras ella le regañaba sin parar.

—Por cierto Peggy. —Le llamó el castaño. —Quizás tenga una solución a tu "pequeño problema".

Alzó una ceja ante aquella mirada "inocente" de Stark.

Conocía perfectamente esa mirada.

Algo oscuro planeaba pero, ¿cómo negarse a una petición para ser la madrina de ese futuro retoño?.