Cartas al Amor Stony.

Debilidades.

💜 Dedicado a, Jesii Baracco 💜

#Versatiles

5/5

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El peligro era su día a día desde que tenía memoria.

En sus treinta años de vida había hecho grandes locuras. Enormes para ser exactos.

Pero reconocía que meterse con un policía, en especial en la cama no era muy sensato de su parte.

De sólo recordar la noche de sexo que le había dado... ¡Demonios, se le ponía la piel de gallina!

¿Quién diría que Rogers fuera tan perverso y bueno para ser un novato en el mundo del placer?

Había valido por completo el pago de aquellas multas que hizo que el tonto de Quill ganará con su bebé(*).

No negaría que al pasar los primeros días se preocupó al no recibir ninguna llamada del rubio.

Estúpida "consciencia moralista" de mierda, tenía que intervenir cuando menos era necesaria, por ello tuvo que agilizar las cosas. Consiguió su numero y comenzó a escribirle.

Nada que un buen "chat sexual" no arreglase para recordarle de TODO lo que se estaba perdiendo, no?

Sus relaciones siempre habían sido pasajeras, encuentros esporádicos.

Pero Steve, fue la primera vez en la que en realidad había insistido para que aceptará.

El se había mostrado recio a participar. Asegurándole que eso solo había sido un "ojo por ojo" pero bien dicen que donde hay dos, hay tres.

Sabía como se sentía.

No es fácil cederle el control a una persona que no conoces, menos a un nivel tan íntimo en el cual habían quedado atrapados y adictos.

Y ellos se habían saltado literalmente, todo escalón en una "relación".

Por ello le aseguró que le enseñaría todo, que habrían límites que ambos respetarían; mientras así lo quisieran.

No negaría que ser jodido por esa polla rubia era un divino castigo, pero aquel placer sólo podía ser comparado con follar ese perfecto y "recto" trasero en uniforme.

Habían probado de todo un poco. Desde roles, disfraces, juguetes.

Pero cada nueva "cita sexual" que tenían siempre los dejaba con ganas de más.

Si eran tan jodidamente compatibles, por qué no sacarle provecho a ello?

Cuando estaban juntos podían olvidarse de todas las diferencias que tenían.

Que ambos pertenecían a diferentes mundos.

Steve, que debía de ser el hombre perfecto y "correcto" en una ciudad podrida y corrupta.

El, que era un hombre sin escrúpulos del bajo y oscuro mundo dispuesto a salirse siempre con la suya a como dé lugar.

De acuerdo, quizás eso último siempre lo sería pero no era el punto.

Sin darse cuenta, siete meses habían pasado desde que habían hecho aquel trato.

Y ninguno daba muestra alguna de cambiarlo.

Sabía que el compartir mucho tiempo con otra persona, era imposible no crear lazos.

Pero cuando antes eso le parecía imposible, absurdo, con él parecía tan correcto y claro.

Los últimos meses, a su pesar no habían podido verse como de costumbre.

Su negocios crecían, como lo planificado y sin levantar curiosidad o sospecha.