Mensaje.

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 💜 Dedicado a Lizeth Alvarez 💜


2/?


*****


Steve Rogers había tenido sexo muchas veces.

Pero lo que tenía con Stark, ¡Diablos, no tenía comparación!.

Tony sabía como volverle loco, con una caricia. Una sola mirada le ponía una erección descomunal.

Sentía su sangre hervir de la ira cuando otros se le acercaban, en especial el idiota de Peter Quill. Podía ver como se lo comía con la mirada.

Stark atraía miradas a dónde fuera, y no dejaba de coquetear con todos. 

Ellos no habían acordado nada más allá de lo físico. Ahora se arrepentía de no haberlo platicado.

Lo quería para él, toda su atención. Sus miradas, sus caricias. Jamás deseó con tanta obsesión a alguien.

¡Rayos, se había enamorado de ese idiota!

Ese día, recibió un mensaje suyo.


"Mi casa, 07:30 pm. NO traigas ropa interior".


Le mostraría que no era su juguete sexual.

Si quería más de él, también debía de dar algo.

Habían pasado 20 minutos del plazo y ya era su sexto intento por irse. ¡No! Tenía resistir y darle una lección a ese prepotente imbécil.

Sin importar lo mucho que su entre pierna se quejara.

Se acostó frustrado en su cama. Había decidido quedarse ese fin de semana en casa de sus padres, su mente voló en todas las cosas que podría estar haciendo en este momento.

Cerró los ojos. Quizás si dormía las horas pasarían mas rápido. 

Perdió el sentido de la horas.

Se removió sintiéndose frío y húmedo.


—¿Qué mamadas es esa de dejarme en visto Rogers?. —Abrió los ojos aterrado al escuchar su voz en su oreja.


—¡Tony, que cre—¡Ah!


Su rostro enrojeció al descubrirse desnudo y amarrado, en cuatro y con los dedos del castaño abriéndose paso en su trasero.

Una sonora nalgada resonó en la habitación.


—Te lo dije, a mi manera, cuándo yo quiera y dónde sea. —Gimió al sentir como se frotaba con su trasero.


Sus piernas se abrieron involuntariamente. Cediéndole el lugar que era suyo.

Su cuerpo tembló al sentir como sus dedos le dejaban, siendo reemplazados por su hombría.

Las embestidas fueron salvajes.


—¡Yo, ah! —Mordió su brazo. —No soy tu puto juguete, si sólo quieres eso ¡Ah! vete con el idiota de Quill!


—Rogers. —Se rió. —¿Acaso estás celoso?.


Negó mientras convulsionaba de placer ante aquella erótica danza.


—Si mientes,  dejaré de cogerte. —Le amenazó.


—¡Lo estoy, rayos Tony!. —Giró a verle con lágrimas en los ojos. —¡¿Por qué no puedes verme sólo a mi?!


Esa, fue la primera vez que le besó.


—Nunca te atrevas a mentirme. —Se sintió débil ante aquella mirada. —Yo te lo daré todo, pero primero debes de entregarte a mi. Por completo.


Asintió hipnotizado por esos iris cafés.


—¡P—adres!. —Balbuceó perdido en el placer.


—Pues, no seas ruidoso. —Gimió al sentir como dejaba otra marca roja en su trasero. —Ya que no dejaré de coger durante toda la noche.


Apenas atinó a morder la almohada para no gritar ante el poderoso clímax que le poseyó.

Ya nada más podía darle a Stark.

Era, por completo suyo.

Cartas al Amor Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora