Cartas al Amor Stony.

Trampa Pegajosa.

💜 Dedicado a, Kathya Riddle Gaunt 💜

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Steve, empezaba a creer que le habían embrujado.

No. Algo mucho peor, que le habían lanzado una maldición.

Y todo era culpa de Tony Stark.

El cual sonreía de aquella manera tan perversa y con superioridad, como quería romperle esos dientes de un solo golpe.

¿Cómo había llegado a esa situación? Mejor dicho, ¿Cómo había permitido que las cosas llegarán a ese extremo?.

Después de aquella horrible noche en la que no durmió por culpa del lujurioso de su compañero, pensó que nada malo pasaría.

Que inocente había sido.

Los dias siguientes habían sido un calvario.

Siempre que despertaba, lo hacía con una erección.

Para un joven universitario, no. Para un hombre no era nada fuera de lo común el tener esa reacción, lo que le empezaba a aterrar era que estaba teniendo sueños húmedos muy frecuentes y candentes... ¡Pero con Stark!

Tampoco ayudaba que gracias a esos sueños, empezaba a ver con más detalle al castaño, este no tenía ningún pudor en salir en ropa interior, o pasearse desnudo a veces frente a él. 

Siempre lo había ignorado, eran hombres después de todo, pero ahora, no ayudaba a calmar sus pensamientos.

Sólo los empeoraba.

Se convenció que aquello era por no tener una vida sexual activa.

Para alguien como él, esas cosas solo las podría hacer con alguien que en realidad le importaba, a quién amara.

Tenía novia, pero ésta lo había dejado hace dos semanas por ser tan "anticuado" según ella.

 Le había dolido, dos años con Sharon tirados a la basura justo cuando pensó que las cosas empezaban a mejorar.

Se dedicó a sus estudios y gracias a sus amigos superó esa depresión.

Sólo estaba estresado por la época de exámenes, y el incidente con el castaño le estaba jugando una mala pasada.

Ahí no había nada más.

Solo necesitaba desahogarse y todo volvería a la normalidad.

Pero para su desgracia, no tenía nada de privacidad.

Eso le comenzaba a irritar, ni siquiera en el baño podía hacerlo ya que hasta allí se colaba su molesto compañero.

Cuando pensó que explotaría de los nervios y la tensión, gracias a Bucky se  enteró que habría una enorme fiesta al final de la semana.

Todos querían celebrar el final de sus pruebas por todo lo alto.

 Stark, como siempre asistiría sin falta.

Eso significaba que pasaría la noche afuera.

Por fin podría tener tiempo a solas.

La noche llegó y no podía dejar de mirar el reloj. Estaba ansioso de que se fuera de una buena vez y poder hacerlo. 

Se la pasó sentado en su escritorio fingiendo que adelantaba su trabajo de literatura.

 En secreto, observaba los movimientos del castaño ir venir mientras decidía que ropas eran mejor para usar.

Stark siempre vestía demasiado bien.