El Pasado de Miria

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Tan pronto como fue posible, salté por una de las ventanas con Roxy en brazos, para poder encontrar la forma de reducir los efectos de [Gula]. Estábamos en uno de los últimos pisos, pero como el cuerpo de Roxy tenía la resistencia de una Caballero Sagrado, no habría problemas. Además, me estaba acostumbrado cada vez más a este cuerpo.

Si bien no lo parecía, el entrenamiento diario y el impulso que le otorgaban sus estadísticas permitían que el cuerpo de Roxy fuera muy resistente fuerte y ágil.

Miria también saltó por la ventana y de inmediato comenzó a gritar.

「¡Yo también voy! ¡Waaa!」

「¡Oye! ¡Qué desastre!」

Ni siquiera se detuvo un segundo a pensarlo y Miria había saltado al vacío igual que nosotros. Al parecer ella no pensaba mucho antes de actuar, y eso molestaba un poco a Roxy.

Decidí que lo mejor sería ayudar a Miria.

「¡Tranquilízate y sujétate de mi espalda!」

「¡Si!」

Como mis dos brazos estaban ocupados cargando a Roxy, Miria tuvo que agarrarse de mi espalda.

「Aaah... El cuerpo de Roxy-sama es muy suave...」

「¿Cómo puedes pensar en eso en medio de una emergencia?」

Miria frotó sus mejillas en mi espalda. Me las arregle para soportarlo y me acerque a la pared del edifico que estaba al lado del laboratorio.

Si solo estuviéramos Roxy y yo, podría arreglármelas para soportar el impacto desde esta altura. Pero Miria estaba con nosotros y ella no tenía la resistencia de un Caballero Sagrado. Si aterrizábamos con esta velocidad, ella saldría lastimada.

「Esto se puso un poco más complicado.」

「Yo también estoy preocupada por Roxy-sama. ¡No me gusta que me hagan a un lado!」

「De acuerdo, entonces, sujétate con fuerza.」

「¡Sí!」

Di un puntapié a la pared del laboratorio para frenar nuestra caída y me lancé sobre el edifico de al lado. Luego, di un puntapié a la pared del edificio y regresé al laboratorio. Repetí este proceso continuamente para poder contralar nuestra caída.

La forma más rápida era sin dudas la caída libre, pero ahora tenía que controlar la velocidad en la que caíamos. Para ser honesto, de saber que Miria nos acompañaría, habría tomado el elevador.

「Casi llegamos al suelo, no te vayas a soltar.」

「Entiendo.」

「Vaya~. Es extraño que me hagas caso con tanta facilidad.」

「No es eso... pero pienso dejar a un lado mi egoísmo de momento.」

Habiendo dicho eso, Miria infló sus mejillas y puso una expresión enojada. En realidad, me sorprendió el hecho de que Miria aceptara que algunos de sus comportamientos fueran egoístas.

Cuando entré en contacto con el suelo, apliqué toda mi fuerza a mis pies y corrí hasta el muro que dividía el Distrito Militar y el Distrito de los Caballeros Sagrados, y lo salté. Normalmente, tendría que pasar por la puerta donde estaban los guardias, pero ahora no podía darme ese tiempo.

Con la fuerza de un Caballero Sagrado, no era muy complicado saltar muros como este. En ese momento, pude escuchar la Miria, tenía un grave tono de preocupación.

berserker glotónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora