Capítulo 36

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Any: Poncho, estuve hablando con ella. Lo que le pasa a tu sobrina es que le cae bien María, pero yo le caigo mejor -dijo sonriendo-. Silvia acepta que ella sea tu novia, pero dice que me prefiere a mí. Por fuerza quiere que tú y yo seamos novios.
Poncho: Sí, lo se... Creo que me lo dice todos los días como 200 veces.
Any –rió-: ¿En serio?
Poncho -rió también-: Muy en serio... A veces hasta se me hace pesada la princesa con sus cosas...
Any: Está chiquita para entender cosas de la vida...
Poncho: Si... ¿Te dijo algo más?
Any: Sólo eso, pero me pidió perdón... Poncho –mirándolo-, ¿qué más te pasa? Porque no nada más es eso, ¿verdad?
Poncho: No... No es eso... Any, es que no me gusta estar utilizando a una persona, y es justamente lo que estoy haciendo con María, estoy con una persona por la que no siento más que amistad, y eso me pone muy mal, Any, por mucho que intente estar bien con ella, pero es que no puedo. Luego llego a mi casa y es así como estoy, me siento muy mal.
Any: ¿Y por qué estás con ella si te lastimas a ti mismo?
Poncho: Para no pensar en ti, por eso estoy con ella, pero es imposible... En todos los momentos te tengo en mi mente, voy con ella por la calle y pienso en ti, la veo hablando con Silvia y me parece verte a ti. En el único lugar donde puedo estar bien es en la empresa, pero porque no quiero mezclar lo personal con lo profesional.
Any: ¿Ya ves? Nada hago bien... Pero es que no se si estoy igual o peor que tú.
Poncho: ¿A qué te refieres?
Any: Me refiero a que te entiendo perfectamente. Yo también me siento muy mal cuando lo hacemos y me acuerdo estando con Julián -recordó su sueño-, pero es que también me pasa cuando estoy con él que pienso en ti y me parece verte en todos lados.
Poncho: ¿De verdad piensas en mí cuando lo haces con él?
Any: No sólo cuando lo hago con él -respiró hondo para no llorar-. Ya te dije que estoy muy confundida, Poncho, y si estoy así es por algo. Pero es diferente todo porque cuando estoy contigo, así como ahora, no existe nadie, es como si solo estuviéramos tú y yo... Pero luego estoy con él y me siento mal por engañarlo.
Poncho: ¿Qué piensas de él cuando hacemos el amor?
Any: No sé... No sé si pienso en él porque me da lástima o si pienso en él por todo lo que me hizo pasar.
Poncho: Entonces te arrepientes de hacerlo conmigo, ¿no? O lo haces tan sólo por vengarte de él.
Any -agarrándole la carita, haciendo que la mire a los ojos-: No, eso no, Alfonso, te juro que nada de eso me pasa. No soy una persona que quiera vengarse de los demás tan sólo porque jueguen conmigo. No me gustan las venganzas, y tampoco me arrepiento de nada. Solo que con él lo hago porque es mi novio, y es lo que hacen las parejas... Y contigo lo hago nada más por... No sé, pero así me nace, lo hago sin pensar en nada ni nadie, porque yo quiero, porque te necesito y me gusta sentirte... Y cuando estoy contigo te juro que el tiempo se detiene, pero tampoco sé por qué no quiero terminar con él.
Poncho: Aún le tienes miedo, eso es todo.
Any: No sé... Tal vez tengas razón, pero te juro que esto para mí ya llega a ser un tormento. Yo no me quería enamorar de ti, pero...
Poncho -al ver que se quedó ahí, sin decir más-: ¿Pero qué? ¿Me amas? ¿Es eso? Respóndeme, Any. Dime si me amas, por favor.
Any: No sé si será amor, pero si lo que sentía por Julián hace años era amor, no se parece en nada a esto que siento por ti... Porque de ti tengo necesidad cada día, sueño contigo, deseo que el hijo que estoy esperando sea tuyo, pero ya no sé, de verdad... Ya no sé qué es lo que quiero... Acabo de soñar contigo y me desperté del susto al pensar que te perdía para siempre.
Poncho: Jamás me vas a perder. Ya te dije que yo estoy dispuesto a esperarte el tiempo que sea necesario, nada más que no quiero sufrir. Si nunca vas a estar conmigo o nunca te vas a atrever a dejar que te demuestre mi amor, dímelo, porque te juro que no sé si olvidarte o si seguir teniendo fe, confianza y esperanza en que algún día estemos juntos.
Any: Tengo miedo de decirte que me olvides y luego darme cuenta de lo que perdí... 
Poncho: A lo que tienes miedo de verdad es a amar. Lo más difícil en el amor no es amar, sino dejar que te amen, pero si tú tienes miedo a amar, nunca vas a ser feliz.
Any: Poncho, es que me paro a pensar, y... Julián me hizo mucho daño, muchísimo, pero... 
Poncho –cortándola-: Any, ¿y estás esperando a que te lastime físicamente? Anahí, Julián te hundió psicológicamente. Es por él por quien no dejas de decirte que eres una cualquiera, que no mereces que nadie te ame y nadie te quiera... Y no es por echarme piropos, pero si no fuera por mí estarías en un rincón de tu casa, llorando y sin quererlo ver. ¿Acaso es mentira?
Any: No, no es mentira... Pero tú también me hiciste pasar un mal rato con mi pap..
Poncho -la cortó-: Anahí, ya basta, por favor. Si perdonaste a Julián por todo lo que te hizo, ¿por qué no me crees a mí? Yo lo único que quiero es protegerte, entiende que yo jamás sería capaz de hacerte daño. Nunca lastimé a una mujer y nunca lo haré, y mucho menos si esa mujer eres tú. Es más... Anahí, respóndeme una cosa... ¿Confías en Aarón?
Any: ¿A qué viene esa pregunta?
Poncho: Nada más responde, ¿crees que es un buen tipo?
Any -confundida por la pregunta de Poncho-: Si. No me dio motivos para desconfiar de él. Pero espérame, ¿estás pensando que fue él quien le dijo a mi papá?
Poncho: Yo no dije que pensara eso, nada más te hice una pregunta.

Any: Pues te equivocas con Aarón. Él nunca me haría algo así, te lo aseguro. Confío en Aarón desde que tengo cinco años, y aparte... Según Alejandra me ama...
Poncho: Más a mi favor... Anahí, quien te ama de verdad te respeta, y respeta tu felicidad.
Any: No entiendo qué me quieres decir.
Poncho: Mira, si yo quiero luchar por ti, es porque sé que me amas, porque me lo demuestras en casos como este, cuando estamos solos. Piensas que nada más estamos tú y yo, y aparte... Cuando te preguntas si sigues queriendo a alguien, ya dejaste de quererlo, pero si te preguntas si quieres a alguien que antes no querías, ya lo quieres.
Any: ¿Y qué tiene que ver Aarón en todo esto?
Poncho: Pues... Es que según estuve viendo este día su comportamiento, y el día que coincidimos en el centro comercial, él no respeta tu relación con Julián. Quiere conseguir que te fijes en él a como dé lugar. Además, no te digo que Aarón haya sido el del mensaje a tu papá, pero sí creo que tenga algo que ver.
Any: Eso es imposible, Poncho. Aarón supo lo mío cuando lo vi después de que a mi papá le llegara el mensaje. Él no sabía nada antes.
Poncho: No estaría tan seguro.
Any: Poncho, ¿por qué tengo que dudar de él? Siempre me defendió a mí cuando le contaba algo de Julián y mío. De hecho hasta se pelearon varias veces por mí.
Poncho: Any, es que... ¡Ay Dios! Por qué prometeré cosas que luego me arrepiento de haber prometido... Escucha, sé algo que no me corresponde a mí contarte, y es sobre Aarón. Y aparte de no corresponderme a mí, di mi palabra y no la pienso romper, y es lo que más me hace dudar de todo esto. Pero... No tomes mal lo que te voy a decir, pero... En lugar de buscar siempre a Alejandra cuando tienes un problema, deberías buscarla un día cualquiera y que ella te contara. Any, te aseguro que seguiré averiguando quien fue, pero me tienes que ayudar. ¿No ves muy raro que me dijeras un día que Julián odiaba los niños y que no se quería casar, y ahora que regresa Aarón te pide que te cases con él?

Any guardó silencio, puesto que Poncho parecía muy seguro de sí mismo en todo momento, pero era absurdo eso que dijo de Alejandra, ahora sí que se perdió.

Any: Alfonso, creo que estás mezclando cosas... Alejandra me cuenta todo, y aparte, no sé qué tiene que ver ella con todo lo que me estás diciendo.
Poncho: Tiene que ver, y mucho. Aarón le hizo mucho daño a Alejandra, y te repito, Anahí, no es normal que ahora Julián quiera casarse contigo. Perdóname, pero el que dice que no quiere casarse, nunca se quiere casar, hasta que ve que está perdiendo lo que quiere, y Julián te quiere, no sé para qué, pero te quiere. 
Any: Te estás equivocando otra vez.

Any se dio la vuelta y comenzó a caminar al dormitorio de Poncho, pero éste la seguía.

Poncho: Puede ser, pero te pido algo... Anahí, por favor... No le confíes tus secretos a Aarón, por favor. Hazme caso un tiempo, y si veo que estoy equivocado te aviso y me callo, y dejo de meterme en tus asuntos. Por favor, hazme esa promesa.
Any: ¿Cuál promesa?
Poncho: Prométeme que no le vas a confiar a Aarón tus cosas. Al menos no tus cosas conmigo.
Any: Está bien, te lo prometo, ya déjame dormir...
Poncho: No, no me vale eso. No te estoy obligando a hacerlo. No lo hagas si no quieres, sigue cotándole tus cosas, pero tú sabrás lo que haces... ¿Le dijiste a Aarón que estabas embarazada?
Any: No.
Poncho: No te creo... Que descanses -se giró y se estaba yendo cuando Any, después de unos segundos lo detuvo-.
Any: Poncho.
Poncho –volteándose-: ¿Si?
Any: No sé que será todo lo que estás pensando, así como tampoco entendí gran cosa de todo lo que me has dicho, pero está bien. No le contaré nada a Aarón. Confiaré en ti.

Poncho le sonrió afirmando con la cabeza, le dio las gracias y las buenas noches y se fue al dormitorio de sus padres. Any se metió en la cama, y después de una hora sin poder conciliar el sueño, fue en busca de Poncho.




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Hola!!! Aquí os dejo dos capítulos, el 35 y el 36 porque mañana no voy a poder subir ninguno; ya que tengo el cumpleaños de una amiga. Pero espero que os gusten los dos capítulos y aquí abajito leo vuestros comentarios! Saludos! 

Pasión y Amor van UnidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora