Pasión y Amor van Unidos

Capítulo 71

Poncho: Te juro que no sentí nada, Any. Ni al verla ni al tener que besarla porque Alejandra vio que Julián nos estaba espiando. Es más, si dices que Julián te envió las fotos, míralas bien y dime si se nos ve felices –Any guardó silencio -. Dime qué hago para que me creas... ¿Quieres que llame a Alejandra y que le oculte que estoy aquí contigo? ¿O a Domínica? Any, ni ella ni yo estamos a gusto con todo esto.

Any se quitó la americana sintiendo que la comenzaba a inundar un calor inmenso.

Poncho: Dime algo, por favor.

Any se puso frente a él, casi rozándole el cuerpo con su cuerpo, le secó las lágrimas, y puso sus manos en la cara de Poncho y lo miró a los ojos.

Any: Si es verdad lo que me dices, necesito que sigas con ese plan adelante.
Poncho –extrañado-: ¿Qué?
Any: Sí. Si de verdad lo están haciendo para ayudarme con Julián, necesito que él crea que entre tú y yo no hay nada. Y que si algún día lo hubo, murió.
Poncho: ¿Estás de acuerdo con el plan?
Any: Supongo que sí.

Any se rió nerviosa, a punto de romper a llorar por los mismos nervios y por querer confiar en las palabras de Poncho, a pesar de tener miedo de que la estuviera engañando. Pero en el fondo conocía muy bien a su amiga y sabía que una cosa así, sólo a ella se le podía ocurrir.

Any: Es más... Se me está ocurriendo que... Dentro de poco es el cumpleaños de Alejandra.
Poncho –agarrándola por la cintura, pegándola más a él y sonriéndole-: ¿Y qué se te está ocurriendo?
Any: Debería hacer una fiesta e invitarnos a todos.
Poncho: ¿Estás loca?
Any: Dime si se te ocurre algo mejor para que Julián piense que lo tuyo con Domínica es en serio.
Poncho: Tendría que pensarlo.
Any: No hay tiempo para pensar más, Poncho. Si de verdad quieres ayudarme, al igual que Alejandra, necesitamos dejar de hablar tanto y actuar más. Hay veces que yo misma no sé cómo actuar con él, pero te juro que esto me está empezando a parecer buena idea.
Poncho –susurrándole al oído-: ¿Y qué hacemos?
Any –se separa de él para pensar con más claridad-: Primero que nada, tienes que hablar con Alejandra y decirle. Pero por favor, déjale claro que cuando me llame para invitarnos a Julián y a mí, no te mencione. Y en segundo lugar... Te va a tocar hablar con Domínica.
Poncho: ¿De qué?
Any: Poncho, tienen que hacer creer a todo el mundo que ustedes se aman.
Poncho: ¿Me estás diciendo que la bese delante de todos?
Any: Que la beses, que estén pendientes el uno del otro...
Poncho: No sé si voy a poder actuar tanto.
Any: Tienes que poder, Poncho. Hazlo por mí, por favor.
Poncho: Está bien. Hoy cuando llegue a la ciudad llamaré a Alejandra para que nos veamos con su hermana.
Any: No. Necesito que hables con cada una por separado. Y a la cara. No me fío de las palabras de Julián en la nota que te dejó. Y no me lo tomes a mal, Poncho... Pero también voy a necesitar que Julián crea que lo amo.
Poncho: No me pidas que soporte eso.
Any: Poncho, si yo voy a soportar verte con tu ex novia, tienes que hacer un esfuerzo para verme con él –Poncho suspiró y se sentó en la cama-.
Poncho: ¿Y cómo pretendes que esté a tu lado y no pueda mirarte, tocarte o besarte? Me muero de ganas de hacerlo cada vez que te tengo frente a mí.

Any sonrió feliz ante esas palabras.

Poncho: ¿Te hace gracia? –Se levanta de la cama-.

Any se acerca a él y pasa sus brazos por el cuello de Poncho. Él por su parte la rodea por la cintura.

Any: Bésame ya, tonto.
Poncho: ¿Segura?

Any no contestó, sólo volvió a sonreír, cerró sus ojos y lo besó.

A ambos se les empezaba a erizar la piel mientras sentían la lengua del otro. Poncho a cada segundo pegaba más a Any a su cuerpo, para que ella misma sintiera cómo su masculinidad comenzaba a endurecerse. Mientras, ella comenzaba a sentir cómo su feminidad iba humedeciéndose cada vez más. La intensidad del beso iba subiendo cada vez más rápido; tan rápido que ninguno de los dos se dio cuenta de que alguien había entrado a la habitación.