Capítulo 69

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Teresa: Any va a entrevistar a Jorge Herrera.
Hugo: ¿¡Qué!? ¿Desde cuándo lo sabes?
Any –riendo nerviosa-: Desde hace unas horas. Estoy que me muero de nervios.
Hugo: Con razón, reina. ¿Le dices por favor, que tu compañero de cámara es su fan número uno?
Teresa –riendo-: Tú mismo se lo vas a poder decir.
Hugo: ¿Qué?
Teresa: La empresa mandó a otro equipo a cubrir la rueda de prensa y la entrevista de Jorge, pero hablé con ellos y accedieron a que tú los acompañes. El cámara del otro equipo vendrá para acá. Así Any también se sentirá más segura.

Ya que Hugo iba a estar con ella, sintió un ligero alivio, aunque dentro de ella algo la hacía estar intranquila.

Hugo: Estás más nerviosa que yo que soy su fan –rió-. ¿Quieres ir por una tila?
Any: No, gracias. Estoy deseando terminar ya con todo esto. Algo me dice que no va a ir bien.
Hugo: Any, tranquila. Todo va a salir bien. Oye, te queda perfecto ese color de ropa a juego con el color de tus ojos. Jorge lo va a saber apreciar. Y además usaste el blanco y no el negro para el pantalón, lo que da más tranquilidad.
Any: Lo sé. Perdón, quise decir que gracias –dijo riendo-.

El asistente de prensa de la empresa de Jorge se acercó a ellos.

Asist.: ¿Es usted la periodista?
Any –al ver el nombre de la empresa en la acreditación-: Sí, soy Anahí.
Asist.: Pueden ir subiendo a la habitación a preparar todo. La rueda de prensa está por terminar.

Cuando subieron a la habitación, Any se dio cuenta de que no había nada personal allí que pudiera indicarle que estuvieran en la habitación correcta para la entrevista.

Hugo: ¿Buscas algo?
Any: ¿Cómo sabemos que es en esta habitación?
Hugo: Por el cartel de la puerta, reina –rió-. Ni lo viste, ¿verdad?
Any: ¿Y esta es su habitación?
Hugo: Para nada. Cuando Jorge hace entrevistas, siempre reserva dos habitaciones, una para él, que suele ser una suite porque el hotel lo invita; y otra para la entrevista.
Any –rió nerviosa-: ¿Cómo sabes todo eso?
Hugo: Ya te dije que soy su fan número uno –ambos rieron-.
Any: Necesito un espejo.
Hugo: No necesitas nada, Any. Estás espléndida –dijo sujetándola por los brazos-. ¿Ya viste? Nuestros compañeros no te quitan el ojo –le guiñó un ojo-.
Any: Ay ya, Hugo. No necesito halagos ahora mismo –dijo soltándose-. Además tengo novio –rió-.

Pero Any no hizo caso al comentario de Hugo y fue a su habitación para mirarse en el espejo. Conocía a Jorge, pero no quería darle mala impresión laboral y quería que cada pelo estuviera en su lugar, cada pestaña con un toque de máscara perfecto y que además sus labios no se hubieran despintado de tanto mordérselos.

El asistente llegó con Poncho a la habitación y Hugo se llevó una decepción, pues esperaba ver a Jorge.

Asist.: ¿Ya está todo listo?
Poncho: Déjalos trabajar tranquilos –le bromeó-. No tengo prisa. No le hagas caso, soy Alfonso. ¿Es usted el periodista?
Asist.: No. La periodista, como te dije abajo, es una mujer. Muy joven y además... Bastante hermosa –le dio una palmada en la espalda bromeando-.
Hugo: Tuvo que atender una llamada –la disculpó sin dejarla en mal lugar-. Yo soy Hugo, el camarógrafo. Esperaba encontrar a su padre.
Poncho: Lo sé, supongo que todos esperaban encontrarlo a él, pero no pudo venir. Espero que mis palabras también sirvan –rió-.
Hugo: Sí, por supuesto.

En ese momento llegaba Any, mirándose las mangas del blazzer mientras se las colocaba a la perfección.

Any –entrando sin mirar-: Hugo, ¿ya llegó Jorge?
Poncho: Me temo que no va a llegar.

Poncho y Any se quedaron viendo a los ojos por unos instantes en silencio, mientras el asistente trataba de ayudar a acomodar todo a Hugo y los demás técnicos. Poncho saludó a Any moviendo sus labios, para que nadie pudiera oírlo, pero al ver que Any no reaccionaba, hizo como si no la conociera.

Pasión y Amor van UnidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora