Poncho: No, ya sé, pero es que mañana ceno con unos amigos... Le pediré a mi madre que esté ella, no pasa nada. Oye, Ale... ¿Te dijo algo de mí?
Ale: Pues... No te voy a mentir, Poncho... De ti sólo me contó que se despidieron el otro día.
Poncho: ¿Sólo eso?
Ale: Sí. Pero a Any no le hace hablar. No está bien, yo lo sé. Y sé que se muere por estar contigo.
Poncho: Pero no está conmigo. Por el contrario, está con su novio. Que por cierto, vino a verme esta mañana –y le contó todo-. Así que... Te quiero pedir que le digas de mi parte que tenga mucho cuidado, ¿sí?
Ale: No te preocupes, no dejo de decírselo, y Edurne igual. Estamos todos muy preocupados por ella y ella está muy tranquila. Y lo de los teléfonos... Ella ya lo estaba sospechando, así que no creo que se arriesgue a nada.
Poncho: ¿Qué quieres decir con que está tranquila?
Ale: Creo que mi amiga tiene un as bajo la manga, aunque no me lo haya contado. Tiene algún plan, de eso estoy convencida.
Poncho: ¿Y qué quiere conseguir? ¿Que ese tipo la mate? ¿Ese es su plan?
Ale: Ey, tranquilo; aquí nadie va a matar a nadie. Pero no sé, creo que se quiere vengar de él o... No sé. Pero la noté muy segura. Con miedo, sí; y mucho, pero muy segura.
Poncho: ¿Y necesita tenerme lejos para eso?
Ale: A ver, Poncho... Sí. Creía que entendiste todo cuando ella y tú hablaron.
Poncho: No... No entendí nada, Ale. Ni entiendo nada. No entiendo por qué me aparta tanto de su vida. No entiendo por qué no puedo ni verla.
Ale: ¿Puedes entender que es por ti?
Poncho: No, no puedo entenderlo. Porque si lo que quiere es vengarse de él, podríamos hacerlo juntos. Podría contar conmigo. Yo la puedo proteger.
Ale: Estás perdiendo la cabeza Poncho, de verdad. A ver... No sé cómo explicarte que Julián es un tipo muy peligroso, pero ella no necesita que la protejas. Ni tú ni nadie. Todo el mundo en el barrio le teme a Julián, es cierto; y nadie se quiere cruzar con él. Es capaz de todo, no te lo imaginas. Y si alguna vez vuelve a verte para lo que sea, te aviso: más te vale darle la razón y no discutir con él. Mucho menos plantarle cara como hiciste esta mañana.
Poncho: Pero es que no le tengo miedo. No me da miedo discutir con él. Y le seguiré plantando cara hasta que deje a Any.
Ale: Poncho, eso no va a pasar. Nunca la va a dejar.
Poncho: Pues entonces que lo deje ella.
Ale –enojándose-: ¿Puedes mirar al salón? –Poncho mira al salón-. A ver si así lo entiendes. Anahí lo único que está haciendo es ganar tiempo y cuidarte a ti y a esa niña que está ahí haciendo su tarea que, te recuerdo, para ella tú eres su padre. Si te estoy diciendo que no discutas con él y que no le plantes cara, es por algo. ¿Lo entiendes ya?
Poncho –esconde su rostro en sus manos-: Pero es que no soporto no saber nada de ella, saber que está con ese tipo cada día. Saber que se acuesta con él después de entregarme a mí todo de ella.
Ale: Pues tienes que empezar a soportarlo, Poncho. Y si no lo soportas por ti, hazlo por Silvia. Conmigo pueden contar, al final de cuentas nosotros tenemos la excusa de mi hermana para vernos y no creo que Julián sospeche de mí por verte.
Poncho: Eres la más sospechosa. Ese tipo nos va a estar vigilando a todos.
Ale: Pues entonces sólo se me ocurre una cosa para que no sospeche.
Poncho: ¿Qué cosa?
Ale: No te va a gustar –dijo poniendo cara de terror-.
Poncho: ¿Qué cosa, Alejandra?
Ale: Contarle todo a Domínica y que nos acompañe cada vez que tengamos que vernos.
Poncho: ¿Qué? No, Alejandra. Por ahí sí que no paso. No quiero volver a ver a tu hermana en la vida. ¿Sabes el daño que me hizo?
Ale: ¿Se te ocurre algo mejor? Soy toda oídos si tienes alguna otra idea –guardaron silencio unos instantes-. ¿Y bien?
Poncho: Está bien... Mientras se nos ocurre otra cosa. Pero no quiero que hablemos de ella y de mí.
Ale: Está bien. Tampoco creo que ella quiera hablar sobre ustedes... Pero tengo que avisarte algo... Any se va a enojar contigo, y mucho.
Poncho: ¿Por qué?
Ale: Porque le voy a tener que hacer creer que mi hermana y tú van a regresar.
Poncho: ¿Qué? Ni se te ocurra. No te va a creer.
Ale: Ya me encargaré de que me crea. Además... La que más se lo tiene que creer es Silvia.
Poncho: ¿Por qué?
Ale: Poncho, me fío menos de Julián de lo que se fía Any. No quiero caer en la trampa de que la esté espiando demasiado bien y vaya a por ti por mi culpa. Y si conseguimos que Silvia sea la que se lo cuente a Any, entonces ella no va a dudar.
Poncho: Pero es que yo creía que me ibas a ayudar a estar con ella, no a que me odiara.
Ale: Por eso mismo lo voy a hacer.
Poncho: No te estoy entendiendo.
Ale: A ver, Poncho... Si Julián nos ve a nosotros con mi hermana, se lo va a decir a Any, de eso que no te quepa la menor duda. Entonces, si Any se enoja contigo, menos la molestará Julián.
Poncho: Pero entonces le puedes decir que vamos a usar a tu hermana, no tiene por qué pensar que quiero regresar con ella.
Ale: No. Créeme que es mejor que lo piense. Julián no es tonto y le va a contar a Any cuanto antes lo que sea. Entonces... Cuanto ella más enojada esté contigo, más cerca va a estar de Julián y así él va a pensar que tiene a Any.
Poncho: Es que la va a tener.
Ale: Te aseguro que no. Poncho, no sé si Any cambió tanto por ti o por su embarazo, pero te aseguro que todo esto es para protegerlos a ustedes. Y sobre todo para proteger a su bebé.
Silvia –entrando-: No entiendo este ejercicio, papá.
Ale: Yo te ayudo. Dame un minuto y ahorita voy, ¿quieres? –Silvia acepta con la cabeza y sale de la cocina-. ¿Estás conmigo?
Poncho –encogiéndose de hombros-: No tengo de otra.
Ale: Esta noche hablo con mi hermana. Mañana te llamo con cualquier cosa. Voy a ayudar a Silvia.
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Pasión y Amor van Unidos
RomanceNunca es fácil terminar con una pareja, mucho menos después de llevar muchos años juntos y saber que esa persona es tan peligrosa, que es capaz de hacer cualquier cosa. ¿Podrá Anahí dejar a su novio para vivir su vida al lado de Poncho, el hombre q...