Capítulo 89

204 21 13
                                    

Cuando Poncho y Domínica regresaron, ya habían cambiado el tema y siguieron hablando de todo un poco, incluso comenzaron a contar anécdotas de hacía años, llegando todos a reír.

Después de que dejaron de contar anécdotas, el cansancio se iba haciendo dueños de todos, aunque Lorena y Any fueron las primeras en irse a dormir.

Julián: Mi amor, ¿puedo pasar? –Preguntó llamando a la puerta de la habitación mientras Any ya se metía en la cama-.
Any: ¿Qué pregunta es esa, Julián?
Julián: No sabía si te estabas cambiando –dijo al entrar-.

Any se tumbó en su lado de la cama y se tapó hasta el cuello con la sábana y una manta, haciendo que Julián riera al verla mientras también se metía en la cama.

Julián: ¿Tanto frío tienes?
Any: Hace mucho frío, no te burles. Julián... ¿Me puedes abrazar? –Le preguntó dolida por lo que vio durante todo el día entre Poncho y Domínica-.
Julián: Tesoro, claro que sí. ¿Qué pregunta es esa? Ven –la abraza mientras ella busca acomodarse en su pecho-. Oye... Gracias.
Any: ¿Por qué?
Julián: Por insistirme en que viniera a pasar el fin de semana contigo. La verdad es que no esperaba pasarla tan bien.
Any: No me tienes que agradecer nada. La verdad es que... Te extrañaba –dijo mirándolo-. Extrañaba verte reír, Julián. Extrañaba... poder pasar momentos así contigo. Y debo admitir que tenía miedo de que te pelearas con Poncho –Julián la interrumpió antes de que siguiera-.
Julián: Bueno... No es que me esté siendo agradable su presencia. Pero al menos sé que te va a dejar en paz.
Any: Julián, desde que te conté todo no he tenido contacto con él, ¿por qué lo dices?
Julián: Porque lo estuve observando y casi ni te miró en todo el fin de semana –Any dejó de mirarlo de nuevo-. Estuvo todo el tiempo pendiente de su novia y de su sobrina... Debo reconocer que cuando los vi juntos la primera vez me dio la sensación de que todo era mentira entre ellos. Pero después de este fin de semana, se ve que no la olvidó, que aún la ama.
Any: ¿Y ella?
Julián: ¿Ella, qué?
Any: Tampoco lo olvidó, ¿no? Digo... Sí es cierto que le puso el cuerno y todo eso, pero... Si no estuviera enamorada de él, no hubieran regresado, ¿no?
Julián: Pues eso dímelo tú.
Any: ¿Qué quieres que te diga?
Julián: Tú también me pusiste el cuerno y aquí estás conmigo. Y hasta queriendo que te abrace.
Any: Julián, era mi trabajo.
Julián: Sabes perfecto de lo que te hablo, Anahí –Any suspiró-. Ey –la tomó con suavidad de la barbilla e hizo que volviera a mirarlo-. No quiero ponerte mal, Any. Pero tú misma me lo contaste. Sabes que te perdoné, ¿verdad?

Any asintió con la cabeza después de recordar las palabras de Aarón la última vez que habló con él y volviéndose a llenar de miedo.

Julián: Te amo. Y yo también extrañaba pasar momentos así contigo.
Any: Julián... ¿Qué va a pasar con nosotros mañana? –Le preguntó después de unos segundos de silencio-.
Julián: ¿Te quieres venir a vivir conmigo?
Any: ¿Qué? –Preguntó asustada-.
Julián –rio-: Ya. Es broma, mensa. Ya sé que no quieres vivir conmigo hasta que estemos casados.
Any: ¿Me puedes contestar entonces? ¿Qué va a pasar mañana cuando regresemos a la ciudad?
Julián: ¿A qué te refieres?
Any –se encogió de hombros y se incorporó en la cama-: No sé. Me da miedo regresar y que... Que este Julián de siempre vuelva a desaparecer. Que vuelvas a tomar, que te vuelvas a encerrar en el club y en tu casa. Que solo me llames a veces y que aparezcas de manera intermitente, como si no te importara mi vida.
Julián: Claro que me importa tu vida, tesoro –le dijo acariciándole la carita-. De hecho todos los problemas que tengo que solucionar y todo lo que tengo que arreglar es para poder estar contigo, para darte todo lo que siempre te has merecido.
Any: ¿Te puedo hacer una pregunta?
Julián: Claro.
Any: ¿Qué más problemas tienes a parte de los que te da el club?
Julián: No te puedo contestar a eso, Any –dijo después de suspirar e incorporarse también-. Entiéndeme, por favor. Cuanto menos sepas, mejor. No quiero involucrarte en nada.
Any: Julián, pero es que tal vez y te pueda ayudar.
Julián: No, tesoro. No me puedes ayudar. Agradezco tu interés, pero son cosas que sólo yo puedo y debo solucionar.
Any: Nada más dime algo... ¿Tú o alguien más están en peligro?
Julián: No. Puedes estar tranquila.

Pasión y Amor van UnidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora