Capítulo 83

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Any –suspiró-: Poncho, por favor. Escúchame. Julián estuvo haciendo averiguaciones de tu vida, de la empresa... Y supo que corrieron a alguien.
Poncho –sin acordarse de Adrián-: Nosotros no corrimos a nadie.
Any: Haz memoria. Aarón me contó que recientemente corrieron a un fotógrafo. Tienes que hablar con él.
Poncho: A ver, pero... No te estoy entiendo, Any. ¿Qué tiene que ver ese fotógrafo con la venganza de Julián?
Any: Julián se enteró que este fotógrafo llevaba muchos años trabajando en tu empresa. Y va a hablar con él para ofrecerle mucho dinero y que lo ayude en su venganza.
Poncho: ¿Cómo? ¿Cuál venganza? Ya dime, ¡qué demonios quiere hacerme, Any!
Any: Quiere involucrarte en todo el tema de la droga –dijo sin poder contener más las lágrimas-. Poncho, por favor –le dijo tomándole una mano-, prométeme que vas a hablar con este hombre. Que vas a tener mucho cuidado.
Poncho –la abraza suspirando-: Por eso no te preocupes, Any. Te juro que tu maldito novio no me va a hacer nada. ¿Qué hay de ti? –Le preguntó mirándola a los ojos, secándole las lágrimas-.
Any: Por mí no tienes que preocuparte.
Poncho: Dime. Porque supongo que querrá vengarse también de ti y que Aarón también te habrá contado.

Any guardó silencio por unos segundos, hasta que decidió decirle.

Any: Al principio... Bueno... Cuando supo que estaba embarazada, aceptó a mi bebé, ¿te acuerdas? –Poncho asintió-. Se hizo unos análisis e inmediatamente supo que es estéril –se sentó en una silla-. Quería... Quería darme una pastilla que me hiciera abortar, sin que yo me diera cuenta. Pero nunca me la dio. Aarón me dijo que si me la tomo ahora puede hacer que mi hijo tenga –suspiró-... Que nazca con una malformación. Y... Julián está dispuesto a darme esa pastilla.

Poncho se llevó las manos a su cara, apretándose en la nariz.

Poncho: No te quiero cerca de ese hombre más tiempo.
Any: Sabes que no puedo hacer otra cosa, Poncho.
Poncho: ¡¿Es que no lo entiendes?! –Dijo gritando-. ¡¡No puedo estar separado de ti sin saber de qué manera protegerte!! ¡Sin saber cómo proteger a mi hijo!
Any: ¡Tu hijo me tiene a mí para protegerlo! –Dijo gritando también y sin dejar de llorar-. Si... Si termino con Julián así, me va a matar. ¡¿Eso quieres?! ¡¿Eh?! ¿Quieres que me mate?
Poncho: ¡Claro que no! Pero tampoco quiero perder a mi hijo. No a otro.
Any: ¿Qué? –Se levantó-. ¿Cómo que otro? ¿De qué hablas? –Poncho no contestaba, se sentó llorando en otra silla-. Poncho, ¡contéstame! ¿A qué te refieres con eso de que no quieres perder otro hijo? –Poncho ni la miraba-. Es por Domínica, ¿verdad? ¡Já! ¡Qué idiota fui! Te creí, ¿sabes? Te creí cuando me dijiste que no te estabas acostando con ella –Poncho seguía sin mirarla ni decir nada-. Adiós, Poncho.

Any comenzó a tomar sus cosas, pero Poncho la detuvo agarrándola suavemente del brazo.

Poncho: No me acosté con ella, Any.
Any: ¿Ah no? ¿Y entonces qué quisiste decir? –Preguntó tratando de buscar la mirada de Poncho-. ¿No me vas a explicar?
Poncho: Claro que te voy a explicar, Any. Pero no me insistas que sea ahorita. Por favor –la mira-. Ayer fui a su casa y –Any lo interrumpe-.
Any: ¿Qué? A ver... Espérate, wey. ¿Cómo que ayer fuiste a su casa?
Poncho: Sí, Any. Aproveché que me buscó para contarme de su embarazo y ayer fui a hablar con ella.
Any: No lo puedo creer –dijo retirándose el pelo de la cara con fuerza-.
Poncho: Bueno, a ver; tú también te ves con Julián, ¿no?
Any: ¡Es diferente, Poncho! Julián es mi novio, por desgracia. Nunca te prometí que lo odiara, que no quisiera saber nada de él –Poncho la interrumpe-.
Poncho: Bueno, Any. Pues no puedo odiar a nadie. No puedo odiar a Domínica. Supongo que aquello te lo dije porque estaba dolido por lo que me había hecho. ¿O qué? ¿Acaso odias a Julián?
Any: Sí, Poncho. Lo odio. Lo odio desde que supe que quería llevarnos lejos a Silvia y a mí, lo odio desde que supe que quiere atentar contra mi hijo. ¡Lo odio desde que Aarón me contó que te quiere involucrar en lo de la droga! Odio a Julián.
Poncho: No me dijiste eso –dijo llorando, tomando a Any por sus mejillas-. Me dijiste que querías ayudarlo. Que le tenías lástima.
Any: ¿Sabes por qué? Porque al que odio es al Julián nuevo. Pero no al Julián que conocí. Por eso quiero ayudarlo. Para que regrese aquel Julián y vea que puede ser feliz sin mí, sin tantos problemas... Quiero... Quiero ayudarlo porque deseo estar contigo –dijo poniendo sus manos en las de Poncho-. Sin necesidad de ocultarnos, de ver cómo le hacemos para poder hablar, para poder vernos. Quiero estar contigo sin mentiras.
Poncho: Pero es que yo no te estoy mintiendo, mi amor.
Any: Tal vez no. Pero sí me estás ocultando cosas –dijo retirando las manos de Poncho de su cara-.
Poncho –suspira y la abraza fuertemente-: No te estoy ocultando nada, Any. Te prometo que no.
Any –separándose de él-: Si no me estás ocultando nada... Explícame lo que dijiste. Yo sé... Yo sé que me dijiste que no te podías quedar mucho tiempo, pero necesito que me lo expliques. Quiero poder entenderte, quiero entender qué es lo que te tiene tan raro. Pero no puedo entenderte si no me dices el motivo.
Poncho –suspiró y la miró a los ojos-: Está bien –se secó las lágrimas-. Cuando... Cuando Domínica y yo llevábamos poquito tiempo de ser novios, se quedó embarazada. Y tuvo un aborto. Natural.
Any: ¿Por eso me pediste que no abortara cuando supimos de mi embarazo?

Pasión y Amor van UnidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora