Así como dijo de frío que se marchaba, así hizo, y así como Any entró en la casa, dio el portazo de su vida y subió las escaleras para buscar a Alejandra.
Alejandra: ¿Y? ¿Qué pasó? Cuéntame. ¿Por qué llegas tan enojada?
Any -viniéndose abajo, derramando tantas lágrimas había guardado en todo el tiempo con Poncho-: Soy una tonta, Alejandra, de verdad que soy una tonta...
Alejandra: Amiga, ¿por qué? ¿Qué pasa?
Any: Me quiso ver la cara de idiota.
Alejandra: ¿Pero por qué? Ya dime, que me tienes en ascuas.
Any: Me dijo que en dos semanas se iba de viaje y no sabía con quién dejar a Silvia, y pensó en mí... Y el caso es que... no sé cómo, pero casi nos besamos en el café.
Alejandra: ¿Y no lo hicieron?
Any: Él lo estropeó. Lo rompió diciéndome que no me iba a besar... Te juro que lo odio, Alejandra... Lo odio más que nunca.
Alejandra: Pero aquí si se besaron, ¿verdad? Y eso beso si fue de corazón... Los vi desde la ventana.
Any: ¿Y de qué me sirve que me bese a la fuerza? ¿Eh? ¿De qué?
Alejandra: ¿Y de qué te quejas de que no te besa? Anahí, no te entiendo.
Any: Nadie me entiende, Alejandra.
Alejandra: Es que ni tú te entiendes. ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres que te bese? ¿Que no? ¿Que te llame a todas horas o que se olvide de ti? Aclárate tú y luego aclárale a los demás, porque yo que estoy afuera, no sólo veo que tú estás sufriendo. Mira -se sienta en la cama-, no sé qué sentirás por Poncho, como tampoco sé lo que siente él por ti... Si no es amor... no sé... Pero algo muy fuerte debe ser para que estés tan confundida -Any estaba a punto de decir algo, pero Ale no la dejó-. Y no me digas nada de Julián ahora, porque no te estoy hablando de él.
Any: Pero es que es lo que me confunde. Las actitudes que toma Julián cuando nos vemos, su comportamiento.
Alejandra: ¡¡Anahí!! -Resopló inflando sus mofletes con aire-. ¿Me das permiso de darte una buena bofetada? ¡Escúchate, por favor! ¿Qué actitudes de Julián? ¿Que te obligue a hacer el amor, y que aún así, no sea ni eso? Porque perdóname, amiga, pero lo tuyo con Julián es nada más sexo.
Any: Igual con Alfonso. Nada más sexo. Tal vez y lo mejor sea no estar con ninguno -mira a Alejandra, quien no le respondió ante tal comentario-. ¿No?
Alejandra: Alfonso no te obliga a trabajar como prostituta, ¿o sí?
Any -mirándola seria y desorientada, no se imaginaba tal respuesta-: A mí nadie me obliga a trabajar como eso. Además, ya no trabajo ahí.
Alejandra: Por favor, Anahí.
Any: Tú no entiendes nada. Alejandra, no fue obligación. Si por Julián fuese, yo jamás hubiera pisado ese lugar. No me quería meter.
Alejandra: ¿Y entonces por qué lo hizo?
Any -seguía llorando-: ¡¡Necesitaba dinero, Alejandra!! Me fui a lo fácil, al negocio de mi novio. ¿Crees que le gustó la idea? ¡¡Para nada!! Pero mi hermana se estaba muriendo y no teníamos el dinero, para mantenerla en un hospital y aún así, ¿de qué sirvió?
Alejandra: ¿Y entonces por qué no te dejaba salir?
Any: Porque en el contrato lo dice, Alejandra. Eso es peor que un secta, una vez que entras no puedes salir, a no ser que sea por una enfermedad o algo de vida o muerte.
Alejandra: ¿Y tú fuiste la excepción, no?
Any: ¿Por qué dices eso?
Alejandra: Porque te saliste, y tu novio el loco ni te gritó, ni puso pega alguna según me contaste.
Any: Eso yo tampoco lo entiendo, pero ya ves, las cosas pasan. Alejandra, no puedo amar a otro hombre, ya ni siquiera siento amor por Julián...
Alejandra: ¿Y entonces por qué insistes? ¡Despierta, Any!
Any: No sé, no sé por qué...
Alejandra: Tienes miedo a terminar la relación con él.
Any: ¡Pues si! Sí, tengo miedo, ¿y qué? Pero no por lo que pueda hacerme a mí, sino por lo que pueda a hacerle a otros.
Alejandra: ¿Y por qué no le cuentas que estás embarazada?Anahí guardó silencio y se sentó en el sillón que tenía Alejandra a los pies de la ventana de su cuarto, era incapaz de encontrarse con sus sentimientos, con sus emociones... El tener a Julián cerca la confundía, pero el tener a Poncho la confundía aún más.
¿Cuándo fue el momento justo en el que se dio cuenta que necesitaba ver a Poncho? ¿Por qué, a pesar de todo lo que ella sabía de Julián, le daba miedo el sólo pensar que podía pasar su vida sin él? ¿Por qué sentía miedo de contarle lo de su embarazo?
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Pasión y Amor van Unidos
RomansaNunca es fácil terminar con una pareja, mucho menos después de llevar muchos años juntos y saber que esa persona es tan peligrosa, que es capaz de hacer cualquier cosa. ¿Podrá Anahí dejar a su novio para vivir su vida al lado de Poncho, el hombre q...