Pasión y Amor van Unidos

Capítulo 96

Silvia: Si quiero, pero ustedes siempre me dicen que no pueden.
Any: ¿Y si te decimos que ya somos novios?

Silvia se levantó del sofá y se puso frente a ellos, con sus manitas en su cintura.

Silvia: ¿Son novios?

Poncho miró a Any y ambos rieron.

Poncho: Sí. Pero queremos saber qué piensas.
Silvia: Pues no les creo.
Any: ¿Cómo que no nos crees?
Silvia: A ver, si son novios, ¿por qué no se besan?
Any: ¡Silvia! -Exclamó riendo y sintiendo cómo sus mejillas se enrojecían-.
Silvia: Eso hacen los novios, ¿no?

Poncho y Any se miraron y estallaron en una carcajada.

Poncho: ¿Tenemos que hacerlo?
Silvia: Si es verdad que son novios, sí. ¿A qué esperan? -Preguntó después de varios segundos con Poncho y Any mirándose sin perder la sonrisa-.

Poncho puso su mano en la mejilla de Any y se acercó a ella lentamente, cerrando sus ojos nervioso al sentir la mirada de Silvia. Any por su parte puso su mano en la que él tenía en su mejilla, sonrió nerviosa y cerró los ojos, dejándose llevar los dos por el único sentimiento que querían sentir para siempre: amor. Y así posaron sus labios en los labios del otro, dándose un tierno piquito.

Silvia: Eso no fue un beso.
Poncho: Ya, Silvia. ¿Cómo que no fue un beso? -Preguntó riendo-. Ya nos dimos el beso que querías.
Any: Y aparte, tenemos más cosas que decirte, princesa.
Silvia: Espérenme... Quiero hacerles una pregunta...
Poncho: ¿Qué pregunta? -Dijo después de suspirar-.
Silvia: Si ustedes son novios... ¿Tú vas a vivir con nosotros? -Le preguntó a Any-.
Any: Pues -dijo sin saber qué responder y Poncho la interrumpió-.
Poncho: No hemos hablado de eso, pero -dijo mirando a Any-.
Any: Podríamos hablarlo, ¿no?
Silvia: Los novios no viven juntos.
Poncho: ¿Por qué no?
Silvia: Porque no se puede. Los que viven juntos son las personas que se casan. Y ustedes no están casados.
Any: Y... ¿Se puede romper esa regla? -Preguntó mirando a Poncho con una sonrisa y luego a Silvia-.
Silvia: Puede ser. No lo sé. ¿Ustedes creen que se puede?
Poncho: Pues... Yo creo que sí. ¿Tú quieres que Any viva con nosotros?
Silvia: Yo sí, pero -dijo acercándose a Poncho para hablarle en el oído-... Es ella quien tiene que decidir, papá.
Poncho: ¿Por qué no le preguntas? -Le dijo rodeando a Silvia con sus brazos desde su espalda para que mirara a Any, quien no perdía la sonrisa-.
Silvia: ¿Tú quieres vivir con nosotros?
Any: Sólo si me aceptan.
Silvia: Pero tienes que dormir con él, y ronca muy fuerte -dijo haciéndolos reír-.
Any: Eso no será problema.

Siguieron hablando de la idea de vivir juntos y, a sorpresa de ambos, fue Silvia quien lanzó la idea de cambiarse de casa, pues esa casa era de Poncho y no de ellos dos como novios.

Any: Y ahora... Te queremos decir otra cosa. Muy importante.
Silvia: ¿Ahora sí hice algo malo?
Poncho: No, mi amor. Ven -la toma de la mano para acercarla a él y después de dejar un beso en su frente, la sentó en sus piernas-. Tú sabes que te amo mucho, ¿verdad? -La pequeña asintió-. Y... Sabes que eres mi hija, ¿no?
Silvia: Para cuando empiece mi nueva escuela, sí. Pero nosotros sabemos que eres mi tío.
Poncho: Pero ya hemos hablado de esto muchas veces. Desde que no están tus papás, tú eres mi hija.
Silvia: Y ahora Any va a ser mi mamá de verdad -dijo ilusionada-.
Poncho: Así es -dijo mirando a Any pidiéndole ayuda con la mirada-.
Any: Silvia... Ahora que Poncho y yo somos novios, quiero... Queremos -dijo corrigiéndose a ella misma- ser una familia de verdad.
Silvia: Yo quiero eso también. Yo quiero que tú seas mi papá -dijo pasando un brazo por los hombros de Poncho- y que tú seas mi mamá para siempre -dijo pasando otro brazo por los hombros de Any-.
Any: Lo voy a ser, mi amor -dijo dándole un beso en la frente a Silvia-. Pero... Queremos darte una noticia.
Poncho: Mi amor... Siendo mi hija, y ahora teniendo a Anahí como una mamá de verdad... ¿Te gustaría...?
Any: Princesa... ¿Te gustaría tener un hermanito? -Preguntó, ayudando a Poncho-.
Silvia: No lo sé -dijo seria-. Creo que no.
Poncho: ¿Por qué no? -Preguntó preocupado-.
Silvia: Porque quiero disfrutar de ustedes dos solita un ratito. Si tengo un hermanito se van a olvidar de mí.
Poncho: Oye, ¿cómo crees que nos vamos a olvidar de ti?
Any: ¿Por qué dices eso? -Preguntó pasando un mechón de pelo de Silvia por detrás de su oreja-.
Silvia: Porque al final de cuentas yo no soy su hija y mi hermanito si lo sería. Entonces no me van a querer a mí y a él sí.