Poncho –sale de ella y la mira hasta que ella abre los ojos-. No quiero que cierres los ojos. Quiero que me mires todo el tiempo. Si los ojos son el espejo del alma, quiero que tu espejo y el mío sean el mismo –Any se muerde el labio cuando vuelve a sentir que entra en ella-. Me encanta que te muerdas para contenerte.
Any: Bésame, Poncho.Poncho se acercó a su boca mirándola a los ojos mientras se movía lentamente dentro de ella, al mismo tiempo que masajeaba de nuevo el clítoris de Any con sus dedos.
Cuando Any volvió a cerrar los ojos inconscientemente, Poncho apretó su clítoris, haciendo que ella se volviera loca de placer y lo mirase. Él salió de dentro de ella y volvió a entrar en repetidas ocasiones, regresando por última vez a movimientos suaves, haciendo que ella también comenzara a moverse, al unísono de él.
Any: Poncho, para.
Poncho: ¿Por qué? –preguntó sin parar-.
Any: No quiero terminar sin ti.Poncho: ¿Me conoces tanto como yo a ti? –Any asintió mordiéndose el labio de nuevo-. Entonces haz lo que debas hacer, pero quiero que me vuelvas a entregar tu orgasmo –la besa en el cuello-, y no quiero que lo hagas sin tener el mío.
Any sentía que no iba a aguantar mucho más tiempo. Lo abrazó por el cuello para besarlo y luego comenzó a dar mordisquitos en el lóbulo de la oreja de Poncho. Sabía que eso lo volvía loco. Él seguía con sus movimientos, que seguían siendo al unísono de los de ella e introdujo uno de los pezones de ella en su boca, comenzando a temblar los dos.
Poncho: Quiero escucharte, Any –dijo como pudo-.
Ambos estallaron al mismo tiempo; gritando los dos de placer un "te amo", que también dejaron escapar al unísono.
Se miraron y Poncho, sin salir aún de ella, la agarró de la cintura y se volteó, quedando Any tumbada sobre él, abrazándolo por el cuello mientras él le acariciaba la espalda.
Ella hundió su cabeza en el cuello de Poncho y no pudo evitar comenzar a llorar.
Poncho –sin dejar de acariciar su espalda, tras besarla en la frente-: ¿Qué tienes?
Any: Te amo, Poncho. Te amo como nunca pensé que se podía amar a alguien. Te amo más que a mi vida. Y me duele estar lejos de ti.
Poncho: Yo también te amo, mi vida –Any levanta su cabeza y lo mira-. Y también me duele no estar contigo, pero tenemos que ser fuerte. Tienes que ser más fuerte que nunca para poderte alejar de Julián.Any sólo fue capaz de responderle con un beso; un beso que él interrumpió acordándose de lo que había hablado con Alejandra sobre hacerle creer a Any que regresó con Domínica.
Poncho: Mi amor –la separa y le acaricia sus mejillas-, pase lo que pase, tú eres y seguirás siendo la única mujer con la que quiero estar, ¿me oyes? Eres la única mujer que quiero a mi lado.
Any se levantó con cuidado, mirándolo.
Any: ¿Por qué dices pase lo que pase?
Poncho: Porque cuando hablamos de tiempo, no sabemos cuánto tiempo más voy a estar sin ti.Fue lo único que pudo decirle, muriéndose por contarle el plan de su amiga, levantándose también.
Any –abrazándolo-: Tú también eres el único hombre con quien quiero compartir mi vida. Y aunque la gente te pueda decir que veo a Julián, quiero que sepas que no es porque lo quiera a él. Desde que te conozco no existe otro hombre que no seas tú.
Se quedaron mirando por unos segundos, se abrazaron, se vistieron y salieron juntos, de la mano.
Poncho –cuando llegaron al coche en el que había llegado-: Vendería mi alma al diablo porque todas nuestras despedidas fueran así –sonrió acariciándole la cara con sus dos manos-.
Any –sonrió triste-: Yo se la vendería por jamás tener que volverme a despedir de ti.
Poncho –tras besarla dulcemente-: Te acompañaría hasta tu coche, pero...
Any: Lo sé, no te preocupes. Estaré bien. Poncho, cuídate y, por favor, cuida mucho de Silvia.
Poncho: Te lo prometo.
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Pasión y Amor van Unidos
Storie d'amoreNunca es fácil terminar con una pareja, mucho menos después de llevar muchos años juntos y saber que esa persona es tan peligrosa, que es capaz de hacer cualquier cosa. ¿Podrá Anahí dejar a su novio para vivir su vida al lado de Poncho, el hombre q...