Poncho se dirigió al estudio seguido de Anahí, quien entró primero al estar Poncho ofreciéndole que pasara y esperar que estuviera dentro para cerrar la puerta. Tras cerrar la puerta, Any se acercó al escritorio y Poncho la invitó a que se sentara, pero no quiso, con lo cual, Poncho se quedó también de pie para no parecer un maleducado.
Any: Alfonso...
Poncho: ¿Si?
Any: Necesito decirte algo...
Poncho: ¿Es personal?
Any: Si...
Poncho: Entonces no me digas. Antes quiero hablar contigo de estos días que te quedarás con Silvia. Anahí, de verdad... Mil gracias.
Any: Pero Poncho –suspiró-.
Any –pensando-: Supongo que de nada servirá insistir en que me escuche.
Any: No me agradezcas, lo hago porque adoro a Silvia. Por cierto... ¿Se lleva con... cómo se llama?
Poncho: María, se llama María. Si, se llevan muy bien, ¿por qué?
Any: No, por nada... Digo, como Domínica no quería a la niña... No sé...
Poncho: María no tiene nada que ver con ninguna otra mujer... Es niña cuando tiene que serlo y mujer cuando hay que serlo -quiso darle un golpe bajo, y tanto que se lo dio-. Y ya sabes lo que dicen por ahí... Que la mujer perfecta es señorita en la calle y "eso" en la cama -le sonrió-. Y María es así...Poncho se sentó en su silla y se echó hacia atrás ligeramente, Any se le acercó con sonrisa traviesa y le agarró de la corbata.
Any: Mientras la mujer sea "eso" en la cama, con su novio, todo está bien...
Poncho -acercando su cara a la de ella-: Pues sí, con su novio. Imagino que tú lo serás con Julián, ¿no?
Any -mostrándole la alianza, se sienta en el escritorio poniendo su pie entre las piernas de Poncho, apoyado en la silla-: Me pidió que me casara con él, será por algo, ¿no?
Poncho: Los felicito, de verdad. Yo quiero esperar un poquito más con María, pero de verdad... Muero de ganas porque se venga a vivir conmigo. Sería la mujer perfecta para ejercer de madre para Silvia –esas palabras sí le hirieron a Any-.
Any -retira a Poncho y se levanta-: Yo me muero de ganas por casarme con Julián. Si supieras la noche que pasamos juntos... No, en serio te mueres... Fue espectacular, Alfonso... Fue mágica, romántica... Wow, fue... No tengo palabras...
Poncho: ¿Y cuando se casan?
Any: No sé, me dio a elegir... Quiero hacerlo después de que nazca nuestro hijo.
Poncho: Eso está perfecto.
Any: Por cierto, quiero que Silvia sea nuestra damita de honor. ¿Crees que se pueda?
Poncho: Si, claro, no hay ningún problema.
Poncho –pensando-: ¿Y te atreves a decirlo así de tranquila?
Poncho: Pues tú no sabes lo que es María... Es una mujer que de verdad te quita todo el aliento... Y el sólo tenerla cerca -se levanta de la silla y se acerca a Any, acorralándola contra el escritorio- hace que te vuelvas tan pequeño y a la vez tan grande. Sólo con mirarla mi imaginación se echa a volar y veo imágenes en mi cabeza que...Poncho se imaginaba a Anahí cuando hablaba de María. Pues lo que quería era que ella misma se diera cuenta de que se moría de celos.
Any: Ajá... Supongo que sólo con mirarla se te levanta tu amigo, ¿no? -Le agarra por los hombros-.
Poncho: Uff... Ni me lo recuerdes porque la busco ahora mismo -agarrándola de la cintura-.
Any -baja su mano por su pecho, hasta llegar a su miembro, pudiendo comprobar que estaba comenzando a crecer-: Así como ahora, ¿no?Sus respiraciones ya estaban agitadas desde el momento en el que ambos se empezaron a imaginar juntos, y sobraron las palabras.
Poncho: Como ahora -dijo en un susurro-.
Podía sentir la mano de Any haciéndole pequeños masajes en su miembro por encima del pantalón, así que él no dudó un segundo en desabrocharle el botón de sus jeans y meter su mano entre el pantalón y el tanguita finito que se había puesto.
Sabía que a Poncho le volvía loco que usara tanguitas y mientras se duchaba en su casa, imaginó que se despediría de él.
Comenzaron a besarse intensamente, sin respirar, jugando con las lenguas desde el momento en el que juntaron los labios. Poncho sacó su mano de la feminidad de Any y la metió por debajo de su playera, subiéndola hasta llegar al pecho, desabrochándole el sostén, y agarrando con fuerza cada pecho mientras bajaba los besos por el cuello.
Poncho: Any, esto está mal -sin dejar de besarle la oreja-.
Any -casi sin poder respirar-: No está bien, Poncho... Estamos haciendo daño a dos personas... No se lo merecen.Any besaba el cuello de Poncho dándole pequeñas mordidas, jugando con su lengua y el lóbulo de la oreja de Poncho. Él le sacó la playera con brutalidad, notando cómo ella comenzaba a tener una respiración irregular. Anahí le desabrochó su botón, le bajó la cremallera y le sacó los pantalones a Poncho, dejándolo tan sólo en calzones, pero también se los sacó, seguido de la camisa, dejándole la corbata. De un empujón lo sentó en la silla y ella se quitó sus jeans y su tanguita.
Any: Nos pueden ver, ¿no? ¿No te da morbo esta situación?
Poncho -tira de ella y la sienta encima de él-: ¡¡Cállate!! Sólo quiero escuchar tus gritos.Poncho de un golpe le introdujo su miembro en su feminidad, dejándola soltar un gemido más alto, soltándolo él también a continuación cuando comenzó a moverse. Ella también se movía, apoyando la planta de los pies en el suelo y moviéndose cada vez más rápida, sin dejar de jugar con la lengua de Poncho. Sólo se separaban para tomar aire. Los movimientos se estaban haciendo difíciles por los reposabrazos de la silla, pero Poncho lo solucionó pronto cuando sin dejar de estar dentro de Any tiró todo lo del escritorio y la tumbó en él. Las respiraciones de los dos comenzaban a ser demasiado calientes, debían tomar aire demasiadas veces seguidas, los gemidos cada vez se hacían más de notar, los movimientos en la penetración eran fuertes y rápidos, como si ambos estuvieran enojados con el mundo y estuvieran descargándose dándole trompazos a una pared.
Poncho: Me entran ganas de romperte en mil pedazos.
Any: Hazlo, Poncho. Haz conmigo lo que quieras. Quiero ser tuya.Poncho en su miembro podía notar como Anahí estaba a punto de llegar al orgasmo, pero no le importó, él seguiría así hasta que aguantara. Any comenzó a temblar, puesto que Poncho sabía mejor que Julián en dónde se encontraba el mejor punto de esa mujer. Poncho, si quería, podía hacer que Any llegara al clímax en cuanto ella menos se lo esperase. La cara de placer de Anahí ya no se podía ocultar, disfrutaba del momento con los ojos cerrados, pero los abrió un momento para ver que no era un sueño, que de verdad era Poncho, y los volvió a cerrar.
Any: ¡Alfonso para!
Poncho: No, ¡no lo haré!
Any: Para, por favor...Su respiración se paró unos segundos para dejar paso al orgasmo, Poncho la observó unos instantes y luego siguió con sus movimientos que ahora eran circulares. Luego fueron movimientos desde dentro hasta fuera mientras la acariciaba con una mano por fuera y con la otra pellizcaba sus pechos juntándolos y jugando con sus pezones.
Any se sentó en el escritorio mordiéndose los labios agarrando a Poncho del pelo de la nuca, entrelazando sus dedos y el pelo de él.
Any: Para, por favor -agitándose cada vez más-.
Poncho -entre gemido y gemido-: Quiero que explotes otra vez.
Any: No, por favor.Pero lo dijo tarde... Justo esa tarde se había dado cuenta que era multiorgásmica. Así que Poncho, después de oír que Any llegó la segunda vez al orgasmo, decidió cargarla en los brazos y sentarla en la silla. Él se puso de rodillas en frente de ella y le echó para un lado una pierna, metió sus dedos índice, corazón y anular de la otra mano en su feminidad, y pasó su lengua por fuera, jugando con el clítoris, jugando de todas las formas que podía, pero esta vez ella pudo detenerlo antes de volver a llegar la tercera vez.
Any: Basta -le dijo aún sin respiración-.Se levantó de la silla y sentó a la fuerza a Poncho, tomando su miembro en una de sus manos, agarrándolo fuertemente.
Poncho: No vayas a hacer eso...Any le sonrió pícaramente y agachó su cabeza. Comenzó a hacer movimientos con su cabeza, su mano y su lengua, haciendo que Poncho llegara a temblar, pero aún podría aguantar, aunque no mucho más...
Poncho: No quiero terminar así.
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Hola chicas!!! Os dejo dos capítulos por no haber podido subir ayer ninguno. Ya sé que me vais a odiar, pero espero que entendáis que Poncho y Any no se querían enamorar jajajaja y además está todo lo que oculta Julián y el miedo de Any. Pero a cambio, se regalan momentos así de hots. ¿Quién se imagina a Any y Poncho de esta manera a parte de mi cabeza? Jajajaja
Espero que disfrutéis mucho!!
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Pasión y Amor van Unidos
RomanceNunca es fácil terminar con una pareja, mucho menos después de llevar muchos años juntos y saber que esa persona es tan peligrosa, que es capaz de hacer cualquier cosa. ¿Podrá Anahí dejar a su novio para vivir su vida al lado de Poncho, el hombre q...