Ale: Igualmente, Viviana.
Viviana: Me dijo mi hijo que vas a estar toda la tarde con Silvia –le dijo a Any-.
Any: Si a usted le parece bien, claro.
Viviana: Sí, necesito hacer unas cosas. Sólo que a las ocho quiero que estén en casa.
Any: No hay problema.
Viviana: Silvia, pórtate bien. No quiero que tu tío me vuelva a contar cosas como las de ayer. Hasta luego. Alejandra, da saludos a tu hermana y tus papás.
Ale: De tu parte, Viviana.
Any –cuando se fue Viviana-: ¿Será que me odia esa señora? –Alejandra se encogió de hombros y ambas rieron-.Any se despidió de su amiga y entró en la escuela con Silvia, preguntándole qué fue lo que pasó el día anterior.
Silvia le contó que se volvió a pelear con la niña que siempre se burlaba de ella por no tener mamá y entonces Any le dijo que no se tenía que preocupar por eso, que siempre iba a contar con ella cuando la necesitara. Silvia se calmó porque sentía que era verdad.
Esa misma mañana, Poncho fue a la oficina de su padre.
Jorge: Perdóname que no te buscara ayer. Se me hizo tarde.
Poncho: Por eso estoy aquí.
Jorge: Bueno, dime.
Poncho: Quería contarte que mi idea sobre la nueva ropa, va viento en popa.
Jorge: ¿A qué te refieres?
Poncho: Pues –se sienta en la silla frente a su padre- ya hablé con Adrián, nos va a ayudar en todo. De hecho ayer le di el dinero para el local y para que comience a comprar los materiales para el estudio nuevo.
Jorge: ¿Tan pronto?
Poncho: Papá, no puedo esperar. Mi hijo va a empezar a crecer y no quiero que sea demasiado tarde.
Jorge: Pero no me has dejado ni pensarlo, hijo. ¿Has pensado tú en que tendremos que contratar a otro fotógrafo?
Poncho: Ya lo tengo pensado también. El otro día le conté todo a Adrián. Quiero usar el local para las fotos a las embarazadas, los bebés y aprovechar la novedad y cambiar a los niños de estudio. Dejar este estudio sólo para hombres y mujeres. Y por el estudio de aquí, no te preocupes; Carlos se hará responsable de esas fotos.
Jorge: ¿Carlos?
Poncho: Sí, papá; Carlos. ¿Hay algún problema?
Jorge: El problema está en que sabes perfectamente que no queremos a familiares juntos. Es nuestra política de empresa. Estamos tu mamá y yo porque fuimos los que crecimos con la empresa.
Poncho: Lo sé, pero son Carlos y Adrián. Son discretos, nadie tiene por qué saber que son pareja. Además, Adrián está de acuerdo en todo y me quiere apoyar.
Jorge: No sé qué decirte, Poncho... Casi no me dejaste pensarlo.
Poncho: Es que no hay nada que pensar.
Jorge: Hay muchas cosas que pensar, hijo. Tienes que informarte bien antes de hacer algo. Además, ¿desde cuándo tomas decisiones sin hablarlo con tu madre y conmigo? Esta empresa es de todos, Poncho. Y cualquier cambio lo tenemos que hablar los tres.
Poncho: Porque no tengo tiempo, papá. Porque quiero hacerlo ya. Tengo mucho trabajo y aún así me estoy encargando de esto otro.
Jorge: No sé qué decirte, Poncho... No tengo tiempo ahora para ver todo eso.
Poncho: Bueno, entonces deja que yo me haga cargo de todo.
Jorge: Te estás precipitando, hijo.
Poncho: ¡Papá! –Se levanta enojado-. Es que no me importa estar precipitándome. Entiéndeme. Necesito hacerlo cuanto antes, no tengo todo el tiempo.Comenzaron a discutir.
Jorge: ¿Y ya tienes pensado todo? ¿Tienes pensado cómo vas a hacer que Anahí trabaje para nosotros? ¿Has pensado de quién vamos a usar la ropa, de qué empresario? Poncho, ¡por Dios! Párate y piensa las cosas. Nos estás exponiendo a todos.
Poncho: ¿Cómo que los estoy exponiendo a todos? No estoy exponiendo a nadie.
Jorge: ¿No? Primero te acuestas con ella; luego haces que Silvia se encariñe de ella; después que su novio te busque; luego metes a su papá en la empresa y ahora también haces cómplice de todo a Adrián. ¿Qué quieres, Poncho; que ese tipo venga y prenda fuego a la empresa? Por supuesto con nosotros dentro. ¿Es que no te paraste a pensar en todo el peligro que corremos? Alfonso, tenemos que tener mucho cuidado con todo lo que vayamos a hacer.
Poncho: ¡Claro que lo pensé! Por eso estoy intentando hablar contigo, pero no se puede.
Jorge: ¿Y tu madre? ¿Es que nuestra opinión no vale nada?
Poncho: Mi madre, ¿qué? Yo no la estoy dejando fuera de nada. Creí que habías hablado con ella.
Jorge: Tu madre es quien busca a los empresarios. ¿Sabes el trabajo que le vas a dar ahora que estamos hasta arriba?
Poncho: Papá... Si me vas a apoyar, necesito que lo hagas ya. Si no cuento con tu ayuda me dices y me voy de la empresa.
Jorge: Alfonso, por Dios, no seas tan extremista.
Poncho: Tú eliges –estaba a punto de irse-.
Jorge –calmándose-: ¿Me puedes dar hasta el martes?
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Pasión y Amor van Unidos
RomanceNunca es fácil terminar con una pareja, mucho menos después de llevar muchos años juntos y saber que esa persona es tan peligrosa, que es capaz de hacer cualquier cosa. ¿Podrá Anahí dejar a su novio para vivir su vida al lado de Poncho, el hombre q...