MEMORIA TRAICIONERA

CAPÍTULO 63

(Recibo del amor de nuevo una lección

Me señala el camino de regreso hasta el dolor

La soledad me esperará al llegar

Y en un adiós mi corazón se perderá.(1)

Vuelvo a empezar por el final

A recordar que ya no estás

Vuelvo a ver perdida la confianza en mí

Vuelvo a encerrarme en mi interior

Hasta olvidarme de quien soy (2))

A veces, las circunstancias te obligan a elegir bien, a elegir lo correcto, o a elegir mal, a elegir lo incorrecto. ¿Pero dónde está lo correcto e incorrecto? Él, era de los que se paralizaban ante situaciones desconcertantes. Se anticipaba a los acontecimientos, empezaba por el final.

El silencio de Pablo invadió la sala. (1)

(Recibo del amor de nuevo una lección

Me señala el camino de regreso hasta el dolor

La soledad me esperará al llegar

Y en un adiós mi corazón se perderá)

- Pa...papá– logró decir él

Si, papá – dijo Alejandra con total normalidad mientras Pablo hacia un enorme esfuerzo porque le salieran más palabras.

Roberto mostraba todo lo contrario, alegría, efusividad.

- ¡Enhorabuena hermanita!- exclamó abrazándola – ¡cuñadooo!

Ni el abrazo de Roberto y sus golpecitos en la espalda hacían reaccionar al pequeño Bustamante.

- No puede ser –

Se negaba a creer la noticia, llegaba en el momento que más claro tenía su situación, estaba dispuesto a seguir sus sentimientos y a terminar por completo esos cinco años junto a Alejandra con la que llevaba una vida muy distinta a la que se hubiera imaginado.

Ada también rompió silencio, no estaba para nada conforme con la nueva situación.

- un primito... ¡bah!

La pequeña con aparente enfado e intentando disimular, se fue a la cocina a buscar a Eugenia, en ese momento quería estar lo más alejada posible de la mesa de festejos.

Marizza, ajena a las novedades, terminó su clase de música felicitando un gran número de Luca, Brenda y el resto. Su felicidad se reflejaba en sus ojos.

- Buen trabajo chicos, estoy orgullosa de ustedes, se nota la evolución de las voces, estamos mirando concursos para poder representar al colegio...os mantendré informados

El timbre sonó y hay costumbres que no se pierden jamás. Los chicos salieron como pólvora a disfrutar de su recreo y Mía entró con Tomás topándose con la avalancha.

- ¡Cuidado chicooos!

- Mirá no más...- dijo Mía con tono burlesco dirigiéndose a Marizza –

- ¡Epa! ¿Qué hacemos por acá? – preguntó la rebelde recogiendo el material del aula.

Mía sonrió y dio un beso a su hermana. Tomás se quedó segundos mirando esta escena. Tenían una relación de hermandad que nadie hubiera podido llegar a imaginar hace años. Tomás fue testigo de las peleas, los bandos, los reproches, las envidias, en definitiva la rivalidad que se tuvieron en la época escolar.