MEMORIA TRAICIONERA

CAPÍTULO 16

(Tan solo tú, solamente quiero que seas tú
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tú, solamente quiero que seas tú
pongo en tus manos mi destino porque vivo). (1.)

(Te lloré hasta el extremo
De lo que era posible
Cuando creía que era invencible
No hay mal que dure cien años
Ni cuerpo que lo aguante
Y lo mejor siempre espera
Adelante

Y un día después
De la tormenta
Cuando menos piensas sale el sol
De tanto sumar
Pierdes la cuenta
Porque uno y uno no siempre son dos
Cuando menos piensas
Sale el sol). (2.)

Hay momentos en los que es mejor pensar que no tienes pasado.

Que has vuelto a nacer, que estas en otra vida

Sobre todo si el pasado esta bañado con mucho dolor.

Ese es el instante de sacar a la luz los momentos felices y separarlo de los dolorosos.

- ¡Las órdenes las doy yo Pilar! – dijo Pablo mostrando autoridad – dale andá, quiero declaraciones de la chica y de los padres, luego hablás con tu viejo y con Marizza –

Pilar grabadora en mano, se dirigió primero a Tania que estaba con el resto de sus compañeros, para después seguir con los padres y terminar con Dunoff y Marizza. Había mucho más medios de comunicación y Pablo permaneció en un costado supervisando todo y mirando alejado las entrevistas que Pilar hacía.

Tomás se acercó a su amigo que no lo pudo saludar antes mientras esperaba que su novia acabara su trabajo.

- ¡Mandraque!...- dijo amigablemente a Pablo

- Ey...- dijo Pablo dándole una palmadita en el hombro

- Mirá lo que armo Marizza...- dijo Tomás mientras los dos miraban como los medios entrevistaban a los protagonistas

- Si, ya veo...y Ale se fue y me dejo con todo el quilombo a mí, ¡ah! por si no sabías soy director de contenidos de la revista –

- ¿En serio?... ¡felicitaciones!, ¡qué bueno! –

La tarde fue cayendo y ya había menos gente en el colegio. Quedaban pocos chicos y Marizza decidió terminar de recoger y mandarlos a casa porque al día siguiente tenían clase. La prensa también se iba retirando, Pilar pidió permiso a Pablo y se fue con Tomás, mañana temprano tendrían que redactar todo. Dunoff también se despidió de Marizza y le comentó que solo quedaba Michi acabando unas cosas.

Pablo permanecía en el colegio en la secretaria hablando con Michi, contenta de que los ex alumnos se acordaran de ella pasaran los años que pasaran.

- Qué bueno verte Pablito, ¡seguís tan lindo como siempre!-

- ¡Gracias Michi!, vos no cambiaste nada –

Michi se levantó de su silla y le revolvió el pelo con la mano

- ¡Ay mi amor! Eso lo tomo bien ¿eh?

- ¡Obvio!- exclamó Pablo – bueno...yo ya me voy, fue un gusto verte

- Espero que vengas más seguido –

Pablo se dirigió a la puerta y antes de salir se volteó dedicándole un último saludo.

- Chau –

Mientras en el hall, Marizza subida a una silla intentaba quitar la última pancarta que quedaba la cual decía "Tania, quedate con nosotros".

La baja estatura de la rebelde hacia que la silla no fuera suficiente para alcanzar a descolgarla, Pablo saliendo de la secretaria se percató de la situación y no pudo evitar sonreír. Marizza se inclinó un poco más con la mala suerte de apoyar mal el pie en la silla y caer al suelo. Tras ver esto Pablo corrió a ayudarla: