MEMORIA TRAICIONERA

CAPÍTULO 21

(¿Sabes lo que vale la 

pena luchar?

¿Cuándo no vale la pena morir?
¿Esto te quita el aliento?
¿Te sientes sofocado?
¿Pesa más el dolor que el orgullo?
¿Buscas un lugar para esconderte?
¿Alguien rompió tu corazón?
Estas destrozado). (1)

La quería tanto que la tenía que odiar para olvidarla, volver a su vida y despertar del sueño.

Ella, mirar al frente y ponerse una coraza, rebelarse con todo y no pensar en él.

Y así volverían al comienzo, el niño bien con la mujer perfecta y el trabajo perfecto y la rebelde que nada a contracorriente pasando de lo que digan los demás.

Pablo daba tantas vueltas sin decir nada en concreto que Alejandra cansada y sin darle mucha importancia se metió en la habitación, se puso un liso camisón blanco de raso y abrió la cama, tras acomodarse agarró un libro de la mesita y lo abrió por la marca que tenía señalada. Al rato entró Pablo, la miró y cerró la puerta.

- ¿Me lo vas a contar mi amor? – preguntó la directora de Venus haciendo una pausa a su lectura

- No es fácil – dijo el dirigiéndose a la cama para sentarse a su lado

- Bueno, no será para tanto, dale ¿es algo de la revista? ¿Te vino grande el cargo de director de contenidos? –

Alejandra no se imaginaba que lo que Pablo le tenía que decir era algo personal, estaba tan obsesionada con la revista que nunca miraba más allá de eso. En esos años tuvieron peleas en la pareja que siempre arreglaron, para Alejandra la pareja estaba intacta, igual que cuando se conocieron, todo era perfecto.

Viendo el panorama y sabiendo que no iba a ser fácil Pablo le quitó el libro y lo dejó sobre la mesita.

- Yo te quiero...

- Yo también – dijo ella con preocupación – pero soy una mujer de negocios me gusta que vayas al grano Pablo

- Ok – dijo el alborotándose el pelo – mientras estabas de viaje...eem...no es fácil...esto...-

Pablo volvió a hacer una pausa impacientando a la empresaria, pero tras esto logró soltarlo de una vez:

- te engañé con otra mujer –

Alejandra cerró los ojos con dolor, sintió ese puñal en la espalda, esa estocada final que no te la esperas.

Ella era una mujer orgullosa, segura de sí misma, todo lo que quiso en la vida siempre lo consiguió tarde o temprano.

Desde pequeña sus padres le consintieron todo. Ella nunca supo del dolor, de las traiciones, era mimada, consentida. Tuvo un novio antes que Pablo pero lo dejó cuando conoció al pequeño Bustamante y se enamoró perdidamente de él. Jamás se le pasó por la cabeza que Pablo se fijara en otra que no fuera ella. Ella se sentía la más linda, la más inteligente. Su ego era demasiado grande para que le hubieran hecho semejante traición.

Por eso la noticia le cayó como un jarro de agua fría.

Él se acercó para tocarla pero Alejandra reacciono dándole una bofetada y saliendo de la habitación a toda prisa.

La noche transcurrió sin más, Pablo durmió en el sofá y ella en la cama de su amplio cuarto. El rubio tenía un cúmulo de sentimientos y no pudo dormir en toda la noche. Se sentía realmente mal, no se perdonaba que sufriera por su culpa. Con Alejandra llevaba cinco años de relación que podían terminar por esa noche que tuvo con Marizza.