MEMORIA TRAICIONERA

CAPÍTULO 74

(Somos un desastre pero es cierto, nos queremos,(1)

si pasas por mi lado aún se congela el tiempo.

Quién me iba a decir a mí que todo esto existiría.(2)

Déjame ser tu refugio, déjame que yo te ayudo,

aguantémonos la vida, te recuerdo si lo olvidas (3))

La esperanza no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, si no la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de como resulte

El médico se acomodó las gafas mientras leía el informe

- Pues con toda seguridad puedo decirles que no hay una correlación genética directa entre ninguno de ustedes y las muestras que nos han presentado correspondientes a la menor

Marizza desencajó el rostro mirando al doctor incrédula mientras Pablo agachó la cabeza apenado .

- No entiendo, ¿Qué quiere decir?

- Que usted no es su madre, lo lamento

Los ojos de la rebelde miraban rabiosa sin dar crédito a las palabras que estaba escuchando.

- No puede ser, se habrá equivocado de informe

La rebelde estaba a punto de estallar

- Marizza...-

Pablo le pasó el brazo sobre su hombro sabiendo que la llama saltaría en cuestión de segundos

- ¡No puede ser! - gritó ella soltándose de Pablo – seguro hay algún fallo, estoy completamente segura que soy su mamá

- Eso es imposible- dijo el médico con voz neutral intentando ser lo mas comprensivo posible antes la situación- se que puede ser un golpe para usted pero no hay ningún error. Acá tiene una copia de las pruebas

El medico entregó a Marizza el informe que miraba desorientada, aturdida y totalmente incrédula

- ¿La muestra era de Ada?- preguntó Marizza a Pablo aun fijando la mirada en el papel sin entender que estaba pasando

- Obvio que si –

- ¡Pues no me lo creo!

Marizza tiró el papel violentamente en la mesa del doctor y se levantó mientras Pablo se llevó la mano a la frente previendo lo que venia a continuación ya que conocía perfectamente su carácter.

- Marizza, por favor, no montes un quilombo acá

- Por supuesto que voy a montar. Me has engañado Pablo, ¿Qué estas protegiendo a tu cuñado y a tu mujer?, me la queréis sacar entre todos es eso ¿no?

Pablo también se levantó y la agarró del brazo

- No digas pavadas Marizza y calmate

El doctor no daba crédito a la situación y miraba el espectáculo sin saber donde meterse

- ¡Es mi hija Pablo, mi hija!. ¡Y no me la vais a robar otra vez!. No ahora que estaba tan cerca de recuperarla

Marizza se fue de la consulta dando un portazo y dejando a Pablo sólo con el médico disculpándose y sin saber decirle nada mas.

(1. Somos un desastre, pero es cierto nos queremos)

Alejandra dio por finalizado el trabajito que le encargó a Angie y le entregó un buena suma de dinero en efectivo en un parque a las afueras de la ciudad