CAPÍTULO 6

792 44 33
                                    

Pablo....- dijo Dunoff

Pablo se giró y Dunoff le invitó a pasar de nuevo, éste no le quería hacer un feo a su ex director, pasó de nuevo al aula y se sentó donde estaba.

En muchas ocasiones, cuando Pablo se rebajaba ante su padre, cuando se ocultaba para cantar, cuando le importaba más el qué dirán que sus propios sentimientos, Marizza siempre soltaba comentarios delante de todos para hacerlo quedar como un cobarde, en realidad, ella lo hacía para hacerlo reaccionar.

Ese día, volvió a pasar, Marizza no podía creer que lo que más le gustaba en el mundo era la música, la tapara y la ignorara delante de todos menospreciando la pasión que sentía por ella hace ocho años. Es verdad lo que le dijo Lujan, ese no era Pablo.

Ésta vez algo cambió, en otro momento, Marizza hubiese intervenido dejándolo como otras veces "desnudo" delante de todos, pero ésta vez Marizza se mantuvo al margen, no dijo nada, pasó desapercibida, Pablo también se asombró del silencio de la rebelde y tras ese silencio siguió hablando él:

- Los siento Dunoff, mi trabajo como periodista no me lo permite, además la revista en la que trabajo la conoce mucha gente y nada me puede relacionar con la música, ahora soy periodista, no cantante-

Todos se extrañaban ante estas declaraciones de Bustamante, se preguntaban ¿Qué le pasó?, es verdad que siempre fue un niño bien pero ahora estaba más cambiado que nunca.

Sus compañeros lo miraban sin creerse a ese Pablo y lo curioso era que también miraban a Marizza deseando que ella hablara y diera su opinión, estaban deseando ver ese espectáculo que años atrás protagonizaban el rubio y la rebelde todos los días.

- bien...Manuel Aguirre, Mía Colucci, cualquiera de ustedes por favor...- Dijo Dunoff para que uno de los dos pasara al frente junto a Marizza

-Yo tengo una boutique y no lo puedo dejar por las tardes Dunof, mi trabajo es muy sacrificado – Dijo Mía con tristeza mientras Marizza hacia caras burlando a su hermanastra - Mi amor... ¿por qué no andas vos con Marizza?, digo, así te sacas ese olor horrible al taller por las tardes- propuso Colucci a su novio

- a mí me encantaría, pero yo también trabajo mi amor- comentó Manuel cogiéndole la mano a su novia - y tengo jefe, no puedo permitir que me despida- dijo muy entristecido por dejar a su amiga del alma sola

Marizza no lo podía creer, no se encontraba con la misma gente que hace ocho años. ¿Dónde estaba la música?

- No se preocupe Dunoff, yo me comprometo a dar la actividad a los pibes y tengo experiencia y huevos suficientes para hacerlo sola-

Eso sí era un deja vu, Marizza era la misma, esa situación delante de Dunoff todos la habían vivido ya.

- Bueno...igual, me parece que es bueno que haya dos, por los turnos, hay mayor volumen de alumnos...Rocco y Victoria, ¿ustedes no trabajaban de la música? – preguntó Dunoff- le pueden ayudar a Marizza-

- Nosotros no tenemos drama - dijo Rocco con una sonrisa cómplice con Vico

- Dunoff, ¿sabe qué? Si no confía en mi dígamelo, yo vivo de esto, no me hace falta nadie – dijo Marizza intentando convencer a Dunoff

- Está bien- confirmo Dunoff, - probemos unos días a ver qué tal le va, son cursos bravos – advirtió el director

Marizza miro a sus compañeros y sonriendo dijo

- Como el nuestro no creo ¿no?

Pablo la miró y no pudo evitar enternecerse pero ella ni siquiera se percató.

MEMORIA TRAICIONERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora