CAPÍTULO 40

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¿Es justo querernos con tanta distancia?, ¿es justo amarnos estando lejos?, es así. Está escrito en los mejores guiones. El amor a distancia es el que más duele y también el más grande. Es leyenda

(No hay honor en esta guerra (ni en ninguna Guerra)
Ni fervor que la merezca
No hay un fin que me dé brío
No hay bufón que me divierta

Si eres fe yo me convierto
Tu existencia me da aliento (1)
Te lo digo convencido
No hay amor como este mío

Y eso siento más o menos
Y por eso mismo muero
Dime si no merecemos
Dar la vida en intentar
Si he de amarte desde lejos
Quiero hacerlo hasta el final... final, final.

Desde lejos yo te quiero con el fuego
Desde lejos yo te tengo con los mares
Desde lejos yo te siento amor (2)
Desde lejos nos tenemos en los huesos
Desde lejos nuestros cuerpos se hacen aire
Desde lejos yo te puedo hablar
Desde lejos nuestro amor será leyenda
Desde lejos hablarán
De este amor que es de leyenda y tú te vas)

- Hola...vaya visita importante que tenemos hoy – dijo Marizza agachándose para dirigirse a la niña – ¿te acordás de mí?

- si, eres la amiga de mi papá – contestó Ada con frescura

A Marizza se le borró la sonrisa poco a poco. Sentía una gran rabia que esa niña le estuviera dando todo su amor a un padre que no era el verdadero.

- Hoy no fue al cole porque tuvimos que ponerle la vacuna ¿verdad? – apuntó Pablo interviniendo en la conversación

Ada asentó con la cabeza mientras Marizza se ponía de pie de nuevo para mirar a Pablo. Desde su entrada lo había dejado en segundo plano y sólo tuvo ojos para la pequeña.

Pablo captó esa mirada especial de Marizza hacia la niña pero supuso que sería por el recuerdo que le producía la pérdida de su hija.

- Yo odiaba la vacuna – confesó Marizza

- Bueno...Ada tuvo algún percance con la enfermera pero al final zafó

Madre e hija se sonrieron a la vez y Pablo observaba la situación sintiendo algo extraño en esa escena sin saber explicarse que era.

- ¡Te reincorporaron! – exclamó el rubio cambiando de tema

- Si...y te quiero agradecer, Michi me dijo que me echaste una mano con Dunoff

Pablo con modestia no le dio importancia.

- No fue nada...utilicé mis armas Bustamante

Otra vez el mismo chiste que hizo sonreír a Pablo y no tanto a Marizza, que solo escuchar el apellido un aire frío le recorría por el cuerpo.

- Bueno...yo tengo que volver al aula – dijo ella con pena mirando a la pequeña

Ada le dio la mano a Marizza y esta se quedó impactada al igual que Pablo. El gesto espontaneo de la niña hizo que ambos se detuvieran las miradas (2) (Desde lejos yo te siento amor) hasta que Marizza miró conmovida su mano unida a la de su hija. Sintió una emoción muy grande, nunca había sentido nada así. Tenía ganas de llorar y reír a la vez.

Ada subió un poco su mano hasta la muñeca de Marizza donde tocó una pulsera.

- ¿Te gusta? –

Ada asentó con la cabeza

Marizza no lo pensó dos veces y se la quitó

- Te la regalo – dijo ella quitándose la pulsera y poniéndosela en la muñeca de Ada

Ada sonrió mirando la pulsera que ya estaba en su muñeca. Después, dio unos pequeños tirones en la camiseta de Marizza para que se acercara más a ella. Cuando la tuvo cerca, le dio un beso tierno en la mejilla que Marizza sintió emocionada.

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