MEMORIA TRAICIONERA

CAPÍTULO 102

(Pasaréis, pasaran los tiempos,
se irán los momentos... ya lo veréis.
Pasaran los imperios, las guerras,
los besos y donde miréis...
Quedaran los versos y los porqués. (1)
Recuérdalo... esta canción.
La música no se toca.

Veréis, pasaran los empeños
y los misterios de seis en seis.
Y los siglos, los muertos
y los inquietos que alzan la voz. (2)
Pasaremos todos y quedaran
Recuérdelo... una canción.
La música no se toca. (3)

¡Y qué! lo que va en el viento
es lo más seguro, no lo dudéis.
Que se aferra al tiempo
y se queda eterno en el corazón. (4)
Pasaremos todos y quedará
Recuérdelo... una canción.
La música no se toca.

¡Y no hay ley!
Poderosa emoción que ni el tiempo la vence.
¡No hay ley!
Lo que améis en el tiempo siempre quedará. (5)
Quedará cuando no estemos
Quedará cuando no estéis
Quedará la música...
Y siempre la música, la verás.
Larga vida a la música su majestad. (6)
Que dios guardo a la música en su inmensidad.)

¿Se puede apartar de un sopetón la música de nuestras vidas?, aunque quisiéramos, no se puede vivir sin música, el sonido del silencio se apoderaría de nuestra mente hasta limitarla.

La música es sinónimo de libertad, la energía que nos mueve...

Queda demostrado que si a las plantas les pones música crecen más fuertes y rápidas, amansa a las fieras...Es el mejor remedio para el alma.

No sé puede sin ella, no la puedes apartar porque siempre aparecerá de nuevo para recordarte que no tiene sentido una vida sin banda sonora.

En la puerta de la casa de los Colucci, Marizza intentaba abrir con la llave cuando de repente Mia apareció por detrás.

- Marizzaaaaaaa

- ¡Ay Miaaa! ¡Me asustaste!- exclamó dándose la vuelta

La Colucci la abrazó con fuerza.

- ¿¡Que te hizo el mexicano desgraciado que lo voy a matar!?

Mía se separó sorprendida.

- ¿Qué?

- ¡Mia! No te hagas, ¡hablá de una vez!

- ¿Manuel?

- Obvio nena, ¡contame que te hizo ya!

- No, nada...él me llamó urgente, me dijo que estabas re mal, largé la cinta y me vine para acá

- ¡Será turro! A mí me dijo lo mismo

Mía frunció el ceño, ninguna entendía nada.

- Mejor pasemos, dale- sugirió Marizza abriendo la puerta con su llave

Una vez dentro, se encontraron con las luces apagadas

- ¿Y por qué Manuel hizo eso?- preguntó Mia mientras Marizza daba con fuerza al interruptor de la luz

- Es un pelotu...

¡SORPRESAAAAAA!

Completamente esa era la palabra que describía las caras que se les había quedado a Mia y Marizza. El grito al unísono de todos, o casi todos, sus seres queridos, las dejaron completamente sin palabras, mirándose sin entender nada.

Pero todos las miraban con alegría, con entusiasmo, Pablo en silencio, Manuel arrebatador fue corriendo hacia su esposa con su niño en brazos, y Roberto prosiguió detrás de él a abrazar a Marizza.