CAPÍTULO 49

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(Quiero regalarte mi mejor sonrisa (1)

Por si un día lloras, tienes mi alegría

Y te sientas siempre protegida, niña

Y los 14 de febrero enviarte mil flores

Un detalle es, pero valores (2)

Y no te olvides de mi nombre

Te regalo mi orden, mi desorden

Te regalo mi norte, mi horizonte

Mi filosofía, mis historias, mi memoria (3)

Te regalo mi amor que se acumula (4)

Te regalo mis manos, mi locura

Te daré todo lo que me pidas, yo por ti daría mi vida)

El regalo, obsequio, presente...es la entrega de algo o la manifestación de afecto sin requerir nada a cambio. Eso es el regalo. Es algo que te da alguien que te quiere como muestra de amor, de agradecimiento...

Quien te hace un regalo piensa en lo mejor para ti, en que ese regalo sea especial y sobre todo te guste.

Los dos entraron y observaron con detalles la casita. Era una casita de campo, acogedora. En el interior había una chimenea de leña y sofás y sillones alrededor, en el centro una mesa baja y en el suelo una alfombra y cojines. La decoración era rustica, detalles antiguos, naturales.

En el fondo, sentada en la alfombra sobre un cojín y echando leña al fuego había una persona.

Esta persona se levantó y se giró para mirar hacia la puerta.

- Hola. Feliz cumpleaños Pablo

- ¿Qué hace acá?- susurró Pablo a Tomás mientras la miraba

Si, a ella. ¡No podía estar más hermosa! Libre de esos maquillajes que tapan la naturalidad de la mujer, vestía jersey de rayas de colores y vaqueros. Con el pelo suelto lacio que le descansaba en los hombros. Perfecta. Tan natural como le gustaba a Pablo que observaba embobado su sonrisa, esa que tanto anhelaba (1.Quiero regalarte mi mejor sonrisa). Mientras ella lo miraba con los ojos más vivarachos que nunca.

- ¡Pasar! Los estaba esperando con café calentito

Pablo se sorprendió aún más. ¡Ella sabía del encuentro! Ahora entendió todo, Tomás la llevó hasta ella. Por tanto ese lugar...

- ¿Dónde estamos? – preguntó el rubio mientras Tomás se acercaba hasta ella para saludarla

- Están en el campo de Sonia y Franco. Mi vieja hace unos años se empeñó con este sitio que Franco ya conocía y lo compraron. Era el campo de unos amigos de mi vieja y como a ella le gusta tanto las reuniones en familia...

Marizza miró la casa más detenidamente.

- Pero casi nunca venimos, como casi nunca podemos estar todos juntos...

La verdad es que el sueño de Sonia se fue apagando poco a poco, era ese, tener allí a todos reunidos, en familia, en tranquilidad, con su marido, con Hilda, sus hijas, sus nietos...pero todo fue un sueño que nunca pudo hacerse realidad.

Pues la realidad era bien distinta. Aunque ella se retiró, Franco seguía trabajando de aquí para allá, Mía y Manuel prefirieron vivir su vida y aún seguían en luna de miel. Sonia temía que esa luna de miel se hiciera eterna y se quedaran a vivir en otro lugar. Lujan también ansiaba la familia pero los orígenes no cambian, y prefirió la soledad y hacer y deshacer a su antojo, Marizza partió a España y su vida cambió por completo

MEMORIA TRAICIONERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora