CAPÍTULO 120

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No sé qué acabó sucediendo

Solo sentí dentro dardos

Nuestra incómoda postura

Se dilató en el espacio

Se me hunde el dolor en el costado y

Se me nublan los recodos

Tengo sed, estoy tragando

No quiero no estar a tu lado

Me disfrazo de ti

Te disfrazas de mí

Y jugamos a ser humanos

En esta habitación gris

Muerdo el agua por ti

Te deslizas por mí

Y jugamos a ser dos gatos

Que no se quieren dormir

- ¿No vais a decir nada?- preguntó Ale mirándolos altiva

- ¿ de donde salió esto?- preguntó Pablo quitándole a Rober la revista

- Eso da igual-dijo Rober- esta claro que...

- ¡Que nos habéis metido los cuernos!-gritó Ale

- Esto lo vamos a hablar en privado-dijo Pablo levantándose y agarrando del brazo a Ale para llevársela-

Pero antes miró a Marizza que permanecía callada- Lo siento Marizza, esto no tuvo porque salir

- Vos no tenés la culpa-dijo ella mirando a Ale con desprecio

- ¿Lo reconoces?-preguntó Ale con histeria- ¡te has estado acostando con "mi" marido!

- Tranquila hermanita, Pablo lo hizo para joderme a mi

- Si claro- dijo irónico

Ale se soltó del brazo de Pablo y se dirigió a Marizza:

- Desde un principio viniste a por Pablo y a terminar con mi matrimonio, mandaste a publicar estas fotos, decí la posta, ¡lo hiciste para separarnos¡-

Pablo se hartó y la volvió a agarrar del brazo

- Cortala, cállate-

- No pienso callarme, esta puta se va a enterar lo que pienso de ella-

Pablo apretó el brazo de su mujer y se la llevó mientras seguía gritando e insultando a los cuatro vientos a Marizza

- ¿Cómo me pudiste hacer una cosa así?, soltame...yo confiaba en vos, soltame...

Cuando subieron por las escaleras los gritos dejaron de oírse y solo quedaban Marizza y Rober en silencio. Pasados unos segundos Marizza con aparente calma dijo

- ¿Quién mandó a publicar esas fotos, fuiste vos, ella o los dos?

- Yo no sabia nada, me acabo de enterar- dijo Rober levantándose- y sinceramente me gustaría que me dieras una explicación- empezó a dar vueltas alrededor de la mesa y volvió a agarrar la revista para mostrársela- ¿Es esto verdad?

- Hablamos en el cuarto- dijo ella- no quiero que Eugenia se entere

Marizza se fue, subió las escaleras y Rober se quedó sólo diciendo:

- Como si no estuviera ya enterada

Pablo llegó a su cuarto con Alejandra agarrada del brazo y la empujó a suavemente en la cama

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