CAPÍTULO 113

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(Déjame ser tu refugio, déjame que yo te ayudo

Aguantémonos la vida, te recuerdo si lo olvidas

Que hemos crecido peleando y sin quererlo nos gustamos

¡Cuántas cosas han pasado!

Y ya no hay miedo de decir

Te amo

Te amo)

EL MEJOR LUGAR DEL MUNDO

Mientras te abrazaba supe,

Que el mejor lugar del mundo,

Es en vos,

Siempre en vos

- Le hice una pregunta, ¿Quién habla?

- Si no querés que vaya a la policía tenés que hacer lo que yo te diga

Roberto suspiró nervioso

- ¿Qué querés?

- Plata. Cuando tengas la suma que te voy a decir nos encontramos

- ¿Cuánto querés?

Roberto estaba dispuesto a negociar con tal de que otro de sus delito no vieran la luz, una vez mas.

Marizza salió del taxi a toda velocidad con intención de entrar en la revista, pasando por alto la multitud de gente agolpada a las puertas y las cámaras de televisión. Pilar la frenó

- ¡Marizza!

- Déjame pasar Pilar, tengo que saber como esta Pablo

Pilar le puso la mano en el hombro y la volvió frenar

- ¡Pará!, tranquila. se los llevaron al hospital, Alejandra se fue con ellos

Marizza se entristeció al oír eso, tenia que ser ella la que estuviera en ese lugar

- Decime la verdad Pilar, ¿Cómo está Pablo?

- Tranquila, Pablo iba consciente, el que quedó mal parado fue Sergio, no sabes...Pilar hizo un gesto agrio – estaba irreconocible

- Tengo que ver a Pablo, Pilar

Pilar sonrió lentamente. Desde que llegaron de la finca, ella había percibido la situación que tenían Pablo y Marizza, además no se le escapaba una

- Lo se- dijo ella agarrándole la mano- pero allá esta Alejandra, si te ve...

Marizza frunció el ceño- ¿vos sabes...?

- Obvio que se. Pero tienen que tener mucho cuidado, en serio, desde que volvieron de la finca os habéis ido relajando poco a poco

Marizza hizo un chasquido

- Si, puede que tengas razón, igual, Me tenés que hacer un favor, vení

Pilar y Marizza se dirigieron al hospital, con una escusa Pilar sacó a Alejandra de la sala de espera. Al parecer, no había podido pasar a ver a Pablo y estaba esperando que le dieran permiso.

Sergio por el contrario, permanecía en estado grave en cuidados intensivos.

En el momento que Pilar salió con Alejandra, Marizza entró en la habitación.

Pablo estaba acostado y aturdido por la medicación. Marizza se acercó y él apenas notó su caricia abrió los ojos

- Mi amor- murmuró el

- Dios Pablo, que susto me diste

- Imagino

La rebelde lo besó y revisó con una mirada el resto de su cuerpo

- ¿Estas bien?

- Si, creo que si

El rubio tenia quemaduras por los brazos y las piernas, en la cara una ligera quemadura de menor gravedad que Marizza acarició

- Mi viejo...esta...¿esta vivo?

- Creo que si, pero esta muy mal- dijo ella acariciándole el pelo- ¿Qué fue lo que pasó?

- Lo detuvieron, se volvió loco e incendió el despacho, quería llevarme con él

Marizza suspiró hondo y apoyó su cabeza en su pecho, abrazándolo.

- Dios Pablo

Él sonrió con ternura acariciándole el pelo. 

- no te vas a librar tan fácil de mi

Ella sonrió, pero se acordó de algo y se incorporó rápidamente

- Guido despertó

- ¿En serio?

- Si, fue increíble, Ada lo ayudó a despertar – dijo ella con orgullo y brillo en su mirada

- Mi nena, como la extraño

- Ella sabia todo Pablo, sabia que tu viejo quería matar a Guido.

La rebelde hizo un chasquido de rabia

- Mi chiquita, siempre tan callada, con miedo a hablar...

Pablo agarró la mano de Marizza

- Se está blanqueando todo, y será un final feliz

Marizza sonrió enamorada y lo besó

- Te amo


Alejandra, volvió por el pasillo del hospital junto a Pilar y un par de cafés.

- Te agradezco Pilar, pero prefiero estar sola, en serio

Pilar miraba la habitación de Pablo, en cualquier momento saldría Marizza y Alejandra la vería.

- No me importa acompañarla...

Alejandra se sentó en una silla de la sala de espera y removió su café. Al rato el médico llegó para hablar con ella

- Señora Venus...

Alejandra se levantó y le estiró la mano para saludarlo

- Doctor, ¿Cómo esta mi marido y mi suegro?

El doctor se rascó la frente

- Su marido bien, no sufrió quemaduras graves, aunque se tiene que quedar en observación. Sin embargo, su suegro esta muy grave, es conveniente que llame al resto de la familia, se viene un terrible desenlace para él

Pilar observó como la puerta de la habitación de Pablo se abría, Marizza salía, por suerte Alejandra estaba de espaldas hablando con el doctor.

Marizza se quedó inmóvil al verla y Pilar le hizo gestos para que saliera rápido de allí.

Por el contrario, Roberto, ajeno a todo, volvió al lugar donde enterró a Mejía. Dicen que el asesino siempre vuelve al lugar del crimen, y parece que es así.

Iba caminando por el terreno, estaba alejado. Sabia perfectamente el lugar donde lo dejó, cuando llegó no podía creer lo que estaba viendo.

El hueco estaba vacío y la tierra removida, allí no había nada.

El cuerpo de Mejía no se encontraba en el lugar.

- No puede ser

CONTINUARÁ....

"tu refugio" de Pablo Alborán

MEMORIA TRAICIONERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora