CAPÍTULO 91

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(He visto una luz,
hace tiempo Venus se apagó, (1)
he visto morir
una estrella
en el cielo de Orión (2)

No hay señal,
no hay señal de vida humana (3)
y yo perdido en el tiempo,
perdido en otra dimensión. (4)

Soy el capitán
de la nave tengo el control,
llamando a la Tierra,
esperando contestación.

Soy un cowboy
del espacio azul eléctrico,
a dos mil millones de años luz
de mi casa estoy.

Quisiera volver,
no termina nunca esta misión, (5)
me acuerdo de ti
como un cuento
de Ciencia-Ficción (6))

Si la historia se repite es porque algo estás haciendo mal, si quieres que algo cambie tienes que cambiar la actitud. Ahora estas derrotado en tu interior, todo lo ves negro y solo ves derrotas a cada paso que das en tu vida.

Para encontrar algo afuera, primero hay que encontrarlo dentro.

- ¡Ale, Ale!

Pablo gritó desesperado bajando las escaleras con cara de pánico imaginándose lo peor.

Al llegar Alejandra estaba en el suelo algo aturdida por el golpe y sin poder moverse, se llevó la mano a la tripa.

- Mi bebé, mi bebé – repetía una y otra vez

Pablo estaba aterrorizado, los gritos hicieron que Eugenia saliera de la cocina y Roberto bajara las escaleras a toda velocidad.

- ¿¡Que pasooo, señor?!

- ¡Aleee!

- Se cayó por la escalera – titubeó Pablo acelerado y nervioso tomándola en brazos

- Mi bebé – Volvió a decir ella mirando a Roberto y haciéndole un gesto con los ojos

Roberto arrugó la cara y miró a Pablo, Alejandra perdió el conocimiento en brazos de Pablo

- ¡Aleeeeee!

- Vamos, les llevo al hospital

Eugenia también impactada se santiguó.

- Eugenia, decile a Marizza que luego la llamo, está hablando con la policía

Roberto agarró las llaves de la mesa

- Si, si...andá tranquilo, señor

Los tres salieron por la puerta y en ese momento salió Marizza del despacho de Roberto.

- Escuché un golpe

- ¡Ay dios mío! La doña se calló por la escalera

- ¿qué? ¿Cómo?

- No sé, cuando llegué ya estaba en el suelo con Pablo

- ¿Y Rober?

- Los llevó al hospital

En la sala de espera de urgencias, Roberto estaba sentado viendo como un manojo de nervios se apoderaban de un Pablo que se sentía el hombre más miserable sobre la faz de la tierra, la culpa lo invadía por segundos. Discutieron porque el dudó de su embarazo y ahora tal vez se lamentaría el resto de su vida

- Calmate un poco

- ¡No puedo, no puedo!

- Voy a salir a hablar con Marizza, debe estar preocupada y acá no tengo cobertura

Pablo vio de salir a Roberto, no podía parar de moverse de un lado a otro. Frenó cuando vio aparecer al doctor

- ¿Familiares de Alejandra Venus?

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