(Nada es para siempre amor,Hoy nos toca compartir la misma lunaY mañana quién sabráSí hay una separación o habrá fortuna Nadie sabe amorNadie sabe que podrá pasar mañanaQuiero amarte hoyQuiero abrir todas las puertas de mi alma Te quiero hoyQuiero abrirle al corazón una ventanaEsto es amorY es tan grande que no cabe en mis palabras, no Quiero amarte hoyQuiero amarte hoyPor si no hay mañana). (1)
Nadie lo sabe, nadie sabe qué pasará mañana, todo puede acabar en el momento menos esperado. Hay que disfrutar el día a día, el minuto a minuto. "Ese segundo no nos lo quitará nadie". No pienses en lo que vendrá, siente ahora. "Carpe diem" (aprovecha el momento, no lo malgastes)
Marizza apartó rápido su cara de la de Pablo
- Andate Pablo, andate
Pablo la miró pensando que tal vez la rebelde tuviera razón y que haya sido algo inoportuno y brusco su llegada.
- Está bien –
Sintiendo en el alma tener que irse sin poder hacer nada más, Pablo volvió a acercar su cara a la de ella, con intención de despedirse amigablemente, y lentamente le dio un beso cálido en la comisura de los labios.
Ella notó como le temblaba todo el cuerpo y sintió un calorcito en su corazón, pero en ningún momento perdió su postura fría y dura manteniendo su mirada en el suelo deseando que el rubio se marchara cuanto antes.
Éste pasó por su lado sin dejar de mirarla aunque ella no le correspondiera, se dirigió a la puerta y la abrió mientras ella se mantuvo de espaldas esperando escuchar el sonido de la puerta cerrarse. La puerta se cerró de un golpe fuerte y seco, Marizza se dio la vuelta impactada, él seguía ahí.
Con rapidez y sin esperar ni un segundo más Pablo se dirigió hasta ella, le agarró su cara y le dio ese beso en los labios tan esperado por los dos
- No me voy a ir – dijo el agitado y temblando de emoción – y sé que no querés que me vaya –
Él se volvió a acercar con intención de darle otro beso, ella lo frenó y mirándole a los ojos le acarició la cara, él tenía la sensación de que en cualquier momento lo iba a rechazar, pero ni mucho menos, ella sonrió y agarrándole la cara lo besó apasionadamente. Eso ya era una respuesta.
Como si el tiempo no hubiera pasado, Pablo y Marizza se dirigieron a la oscura habitación desprendiéndose de la ropa cubriéndose de besos y entre mil caricias, Pablo dejó caer a Marizza despacio sobre las suaves sabanas de la cama y después lo hizo él sobre ella mientras recorría su cuerpo en un sin fin de besos. Despacio mimó su cuello y volvió a llegar hasta su boca. Él se separó un poco y se miraron con ternura
- No he dejado de quererte nunca- susurro él mientras le acariciaba la cara mirándola intensamente
- Yo tampoco – susurro ella volviéndolo a besar
La noche los encontró y volvieron a revivir todo lo que para ambos todavía seguía vivo. No importaron los ocho años que pasaron. No se pidieron explicaciones para llegar al punto en el que estaban en ese momento. Él la necesitaba a ella y ella a él. Eso que los unía jamás se desunió.
Marizza cambió poco su físico en seis años, seguía siendo pequeñita y menudita, Pablo la trataba con una suavidad y un cuidado como si fuese un cristal que se pudiera romper. Ella se grababa en su piel con intensidad entregándole su vida entera sin miedo a nada. Pablo se olvidó de el mismo, de su vida diaria, de su trabajo, de su mujer... solo quería perderse entre la cálida y joven piel de Marizza que nunca había olvidado y recordaba a la perfección. Amándola y haciéndola parte de él, sintiéndola suya, como siempre fue.
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MEMORIA TRAICIONERA
FanfictionUna juventud feliz... Un pasado misterioso... Amor, dolor, desencuentros y encuentros Que no te traicionen, lo vivido queda en tu memoria Seis años después llega... MEMORIA TRAICIONERA