MEMORIA TRAICIONERA

CAPÍTULO 130 (penúltimo capítulo)

NOTA: Hola de nuevo, lo primero de todo FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS y  perdón por la tardanza en volver a publicar. He pasado dos meses muy complicados y no he tenido la inspiración suficiente para escribir. En los últimos capítulos me lo estaba notando y os alerté de la falta de comentarios que tanta falta me estaban haciendo para el sprint final. Siento de verdad haberos hecho esperar pero no me salía escribir nada y no quería cerrar la historia de una forma rápida y a la ligera sin sentirlo, la historia no se lo merecía.

Pero ya esta aquí, es el penúltimo capítulo, me ha llevado tiempo, espero que os guste y sino también me lo hagáis saber, ya sabéis que me encanta leer lo que opináis al respecto.

gracias 

Marta

Y desde entonces hasta ahora

El juego del amor

Nos tuvo tres años jugando

Luego nos separó

Pero la fuerza del destino

Nos hizo repetir

Que si el invierno viene frí­o

Quiero estar junto a ti

Seguir pensando que podemos tener todo controlado es un gran error.

La vida puede cambiar en un segundo, en el mismo segundo que un chasquido de dedos. Por eso, simplemente relájate y ten confianza.

Ve y deja que la vida suceda...

Michi salió de la secretaria hablando sola como de costumbre y quejándose de las órdenes de Dunoff cuando en la puerta, como una estampa, una pequeña belleza de ojos azules la miraba sosteniendo en sus manos el peluche conejito y el sobre que le había dado Roberto

- Ada...

Michi se acercó hasta ella

- ¿Qué haces acá?- preguntó tomándola en brazos

En la mansión todo seguía en silencio, Marizza , Pablo, Sonia y Franco cavilaban por sus mentes con preocupación en un silencio absoluto. De pronto el teléfono sonó. Pablo se sobresaltó y apoyó su mano en la pierna de Marizza, a ésta le iba el corazón a mil por hora. Se miraron y miraron a Sonia y Franco, mientras el teléfono fijo sonaba al lado de ellos.

Nico y Eugenia salieron de la cocina a toda velocidad

- ¡El teléfono, el teléfono!-gritaba Eugenia- ¡esta sonando el teléfono!

- Haced que hable, que hable- gritó Nico mientras sus compañeros se ponían los cascos al lado del teléfono y proseguían a pinchar la llamada

Marizza y Pablo se miraron nerviosos

- ¡Yo atiendo!- exclamó Marizza

- No, no...déjame a mi-

- Por dios, cualquiera de los dos. ¡Pero atender el teléfono!-exclamó Sonia

Pablo tragó saliva y agarró el auricular

- ¿Hola?

- Pablo, soy Michi

- Ah Michi...- dijo con tono de decepción que hizo a los demás desilusionarse.