CAPÍTULO 85

448 36 19
                                    

Esas manos que me llevan
por las calles de la vida (1)
esa cara que me obliga
a mirarla de rodillas (2)
sólo hay una, sólo hay una (3)
o tú, o ninguna

Esa voz que me aconseja
no creer en las sonrisas (4)
ese pelo que me cubre
como lluvia de caricias
sólo hay una, sólo hay una
o tú, o ninguna

O tú, o ninguna
no tengo salida
pues detrás de ti mi amor
tan sólo hay bruma (5)
si no existieras
yo te inventaría
como el sol al día (6)
o tú, o ninguna

Esa que de puro honesta
en el fondo te molesta (7)
esa que te admira tanto
que te obliga a ser un santo
sólo hay una, sólo hay una
o tú, o ninguna

Un par de días después estaban todos reunidos en el apartamento de Mía y Manuel dándole la bienvenida a Hugo, incluso Pablo, que al principio tenía sus dudas sobre si acudir o no, al final fue y acompañó al resto de los chicos.

Mía sostenía a su bebé en brazos y Manuel atendía a los chicos con la ayuda de Marizza y Lujan. El mexicano estaba loco de felicidad con su hijo y su mujer.

- ¿A quién se parece? – preguntó Guido sentado al lado de Mía observando al bebé detenidamente.

Pablo estaba al otro lado de Guido mostrándose poco participativo, se alegraba enormemente por la felicidad de Mía y Manuel, pero aún sentía algo de rechazo por parte de ellos, algo que le dolía enormemente ya que los quería como hermanos.

- Bueno...aún es muy pequeñito, pero creo que tiene mucho de Manu – contestó ella enternecida sin apartar la mirada de su hijo

- ¿Y vos cómo estás? – preguntó Feli que permanecía sentada en el sofá de al lado junto a Vico y Rocco

- Bien, yo ya estoy recuperada, fue un parto sencillo y me recuperé muy rápido

- ¡A mí se me hizo eterno! – exclamó Manu desde la cocina mientras el resto reía

Lujan y Marizza prepararon unas tapas surtidas y Manuel abría unas cervezas, al rato salió y le ofreció a sus amigos. Pablo agarró la cerveza y dio un trago, estaba muy callado y Tomás, sentado en el reposabrazos del sofá al lado de su amigo, le dio una palmadita en la espalda.

- ¿te pasa algo?- dijo susurrándole bajito

- después hablamos...–

Mientras tanto el resto seguía debatiendo sobre el parecido del pequeño.

- Yo creo que se parece a la mamá, Mía es más linda que Manuel – soltó Guido sin tapujos

Todos rieron, y Marizza siguió con la broma.

- Manu tiene lo suyo también eh...

Pablo alzó la cabeza de golpe parece que este último comentario de Marizza si lo hizo volver a la realidad.

- ¡Eeh! – protestó Mia

- no te pongas celosa- dijo la rebelde dándole un beso a Manu en la mejilla –

- Bueno bueno...acá mi amiguete Guido no es nada tarado, siempre tuvo buen gusto – apuntilló Rocco mientras Vico le daba un ligero codazo

La charla estaba de los más divertida y comenzaron a recordar viejos tiempos.

- ¿Yo gustaba de Mía? – preguntó café

- Sí, y no solo eso porque fueron novios ¿recuerdan? – siguió Tomás

- Es verdad– confirmó Mía

- Bueno bueno...al final se quedó conmigo – el mexicano intentó cortar el alboroto pero ya estaban desatados

- ¡Y con Vico! – exclamó Felicitas

Volvieron las carcajadas y el alboroto.

- ¿Y con quien más estuve?

MEMORIA TRAICIONERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora