Nota

1K 77 17
                                    

Habla Joana

Estuve desde que entré haciendo ver que me tomaba la medicación que me daban, pero en realidad no lo hacía. Cuando se giraban la escupía y me la guardaba. Ya tenía bastantes pastillas guardadas. Una noche las saqué y me las tomé todas de golpe. Quería acabar con aquello de una vez.

Habla Cris

Una mañana temprano me llamaron al móvil.

C- si?
- hola, Cristina?
C- sí, soy yo, quién es?
- te llamamos del centro de TLP

Me entró el pánico. Me levanté de golpe.

C- está bien Joana!?
- se ha intentado quitar la vida, la han trasladado al hospital Gregorio Marañón
C- pero cómo!?!?
- allí te darán más detalles

Me vestí corriendo. Cogí a Maia aún dormida. La subí al coche y la llevé a casa de mi madre.

C- mamá por favor dale de desayunar y llévala al colegio, tengo un asunto urgente
M-..pasa algo?
C- ya te contaré, por favor

Estaba muy nerviosa.

M-..vale vale cariño.. tranquila

Maia no entendía nada. Recogí a la madre de Joana y fuimos para el hospital. Allí preguntamos en recepción por Joana y nos llevaron hasta una habitación. Entramos. Estaba dormida, pálida. La abracé y me puse a llorar. La madre de Joana me acarició la espalda mientras yo abrazaba a su hija.

Entonces entró el médico. Nos hizo una señal para que saliéramos. Quería hablar con nosotras.

A- doctor cómo está? Qué ha pasado?
- Joana estuvo escondiendo su medicación cada día en vez de tomársela y ayer por la noche decidió tomársela toda para tener una sobredosis.
A-...
C-...
- encontramos esta nota en su mesilla

Me la dio. Me temblaban las manos. La leí.

Cris, espero que algún día puedas perdonarme. No hay nada que desee más en el mundo que tu felicidad y está claro que yo nunca voy a poder proporcionártela. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, gracias por todos estos años, por soportarme y por hacerme creer que podía tener una vida normal. Sé que cuidarás de Maia mucho mejor que yo. Por favor, rehaz tu vida y se feliz. Es todo lo que te pido.
Te amo más que a nada en este mundo, y a nuestra hija también. Espero que algún día puedas explicarle a Maia que lo hice por vuestro bien, que no quería que sufriera mi enfermedad, y que hacer esto es lo más doloroso que he tenido que hacer nunca. Se me parte el alma el pensar que no os volveré a ver, porque sois mi vida, lo mejor que me ha pasado, y allí donde esté, SIEMPRE os protegeré, os lo juro. Nunca me olvidaré de vosotras.

Mamá, siento haberte dado tanto sufrimiento y preocupaciones durante toda mi vida. No te mereces esto, nadie se lo merece. Por eso es mejor que me vaya. Has tenido una vida que no te merecías y ha sido mucho más difícil conmigo. Te estaré eternamente agradecida por todo lo que has hecho por mí. Te quiero muchísimo, no llores por favor.

Voy a estar bien. Y vosotras también.
Perdonadme. Os amo.

Joana

I Follow Rivers IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora