Habla Joana
Me desperté de madrugada con Cris abrazada a mí. Estábamos totalmente desnudas. La noté fría así que me levanté a coger una manta y la tapé bien. Me volví a meter en la cama y a abrazarla. Abrió un poco los ojos y cuando me miró sonrió.
C- gracias :) tenía frío...
J- habérmelo dicho antes amor...
C- no quería despertarte...Le di un beso en la frente. Nos volvimos a acurrucar y nos volvimos a dormir. Nos despertamos a medio día. Pedimos el desayuno a la habitación. Trajeron un poco de todo. Desayunamos tranquilamente en la cama. Estábamos tan a gusto... lástima que teníamos que dejar la habitación.
Recogimos las cosas y nos fuimos para nuestro piso. Teníamos que acabar de hacer las maletas. Al día siguiente salía nuestro vuelo hacia Tailandia.
J- soy tan feliz contigo Cris
C- y yo, no me creo que estemos casadas 🥺
J- yo tampoco, es que nunca pensé que pudiera ocurrirme esto a mí
C- pues todavía te faltan muuuuuchas cosas por vivir conmigo 🥰
J- eso espero :)Hicimos las maletas para nuestra Luna de Miel. Fuimos a ver a nuestras respectivas familias y nos acostamos temprano porque al día siguiente teníamos que madrugar.
Nos levantamos a las 4 y cogimos un taxi que nos llevó al aeropuerto. Nos esperaba un viaje largo con escalas, pero nos hacía muchísima ilusión. Después de 14h de vuelo llegamos a Bangkok. Una persona nos estaba esperando para recogernos en en aeropuerto y llevarnos al hotel. Habíamos cogido un muy buen hotel. No íbamos a estar allí todos los días porque queríamos hacer ruta por Tailandia y conocer el país. Estaríamos 4 días en la capital y luego empezaríamos la ruta. Nos instalamos en el hotel. Teníamos un poco de jet-lag así que nos estiramos un rato a descansar, pero no dormir, no queríamos dormir porque si no cuando fuera de noche no tendríamos sueño. Por la tarde salimos a conocer un poco la ciudad, recorrimos sus mercados y comimos un poco de comida callejera, cosas muy raras. Yo probé insectos, a Cris le daba mucho asco. Llegamos por la noche candadas al hotel. Nos relajamos y duchamos. Al día siguiente empezábamos a patearnos de verdad el lugar.