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⟳| Día 16
—Es una completa mierda, Eijirou. —Exaltó, ubicado en su balcón, agachado bajo en barandal para evitar que los drones de sus vecinos lo grabaran como un experimento social de un tipo encerrado con su exnovio.
—Entonces entra. —Respondió el pelirrojo desde la otra línea, jugueteando con Eros, el pastor alemán que había sido su leal compañero desde hacía tres años.
—También es una mierda estar dentro —Murmuró, sus mejillas sonrojadas por el frío que ese día presentó como el clima del invierno— ¿Sabes que Shouto está usando leggins? ¡leggins!
Chilló, agachándose al ubicar el dron más cerca de su patio, diablos ojalá tuviera una piedra o una pistola de agua para arruinar su perfecta cámara.
—No me grites. —Pidió Eijirou acariciando el pelaje azabache del perro que se había alterado por el arrebato del cenizo—. No lo veas.
—Voy a caminar con los ojos cerrados. —Respondió sarcástico, Eijirou resopló desde su casa.
—No seas idiota. Sabes a que me refiero.
—Y yo te digo que es imposible, carajo. —Oculto bajo el barandal revisó el cielo, el maldito dron se había largado así que se irguió en su sitio, recargándose en el barandal, sus brazos siendo soporte de su peso—. Se ve perfecto.
—Katsuki, por favor... —Eijirou sobó el puente de su nariz— te recuerdo es tu exnovio. Deja de verlo como un ser perfecto cuando te engañó —Expresó—. Quiérete tantito.
—No me hables así. —Refutó abochornado, Kirishima soltó una risita echándose sobre su sillón convertible, su perro corrió para asomarse a la ventana al parecer tendría visita.
—Te hablo como amigo ya déjalo, se acabó. —Se levantó de su cómodo sitio para acercarse a la puerta—. Ten dignidad y dile a tu cerebro que, aunque no lo parezca hay más chicos en la calle.
—Pero ninguno es él...
—Ya wey, haz lo que quieras, yo comeré pizza. —Restregó con agotamiento—. Adiós, entra o tus vecinos se harán de fama por tu desgracia. —Colgó dejando al otro en la línea.
Bakugou se quedó callado, pensando en que Eijirou tenía razón por su propio bien debía con voluntad sacar a Shouto de su corazón. Sí tan solo no hubiera hecho un escándalo en año nuevo no estarían encerrados con la fuente de tentación que representaba el otro.
Por eso decían que no ver a tu ex los primeros días luego de la ruptura es lo más sano posible, no hay tentaciones. Nada.
Solo calma, dolor, resignación y paz.
Debió ser así, solo que Katsuki era lo suficientemente atrabancado como para hacerse un autogol, era un idiota, uno que estaba perdidamente enamorado del bicolor que compartía casa con él ¡¿En qué estaba pensando?! ¿Por qué nadie lo detuvo de ir a echarse la soga al cuello? ¿es que nadie pensó que la carne era débil?
Ni siquiera quería salir de su cuarto, Shouto en todos sus modos era una fuerte tentación, ni qué negarlo, podría traer el traje más caro de Gucci o el pijama más horroroso que encontró en el supermercado con descuento del 50% y Katsuki estaría encantado por él, babeando como un maldito bulldog.
Sí. Así de pendejo lo traía.
Necesitaba aire, despejarse, calmar todos sus instintos carnívoros y regresar fresco como una lechuga inmune a Shouto Todoroki.
Salió de su cuarto a la cocina con la intención de hacerse un sándwich de pan integral, Shouto sincronizó su actuar como si supiera que iba a hacer apareciendo con una sudadera grisácea con las mangas ligeramente largas cubriendo la mitad de sus manos, esta vez llevaba un pants desgastado.
—¿Vas a cenar? —Cuestionó con ligero interés, pensando que Katsuki haría una comida más elaborada que un sándwich, el cenizo mostró el pan.
—Quieres uno, ¿verdad? —Las mejillas del otro se entintaron, Katsuki resopló, sus mechones áureos levantándose ante el aire, necesitaba descansar de Shouto, pero éste lo buscaba ¿Cómo esperaba que lo superara si hacia eso? —. Tienes que aprender a cocinar, yo no voy a estar aquí siempre y tampoco quiero que comas mierda en la calle.
—Quiero tomar clases de cocina...-
—¿Clases de cocina? —Bufó el cenizo conteniendo una risa—. Olvídalo, cuestan una fortuna y solo te enseñan cosas básicas.
—Eso lo dices porque tú sabes cocinar cosas complejas —Shouto se cruzó de brazos—. Yo sobreviviría con cosas básicas.
—Sobre mi cadáver alguien que probó mi comida sobreviviría con cosas básicas. —Farfulló, dejando el sándwich para Shouto, pese a ser algo sencillo Katsuki siempre sabía cómo hacer feliz al heterocromático con un trozo de pan—. Prefiero enseñarte a cocinar.
—No necesitas cuidar de mí. —Katsuki detuvo sus acciones un segundo, antes de continuar con su cena.
—No lo tomes así, si vas a pagarle a alguien para que te enseñe, mejor ahórrate ese dinero y aprende conmigo.
Los orbes se Katsuki buscaron los de Shouto, esos iris de diferente tonalidad le expresaron una epifanía, algo que solo ellos entendían y no podían detener sobre aquellas experiencias que ganaron con el otro.
—Gracias por el sándwich. —Murmuró, volviendo en sus pasos hacía su cuarto, Katsuki se quedó parado ahí jalando las mangas de su suéter con la respiración contenida.
—De nada. —Contestó al final con los ojos duales grabados en su ser.
Observó el pan y luego pensó que necesitaría una dieta, una de verdad, libre de Todoroki Shouto en el menú.
16| Cuidar de ti.
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365 días contigo Temp. 1 ⟳ BKTDBK
FanfictionAU. Katsuki y Shouto son exnovios. Sí, exnovios que durante la fiesta de año nuevo no pudieron evitar explotar delante de sus amigos y vecinos que llamaron a la policía. Fueron encarcelados y luego con ayuda de un buen amigo, es que todo se redujo a...